Cerca de una decena de jóvenes llegó hasta el Estadio Nacional para manifestarse de una forma particular y que generó reacciones entre las personas que a esa hora estaban en el local de votación emitiendo su sufragio.

Los jóvenes se arrodillaron y con las manos en su cabeza, frente al Estadio, permanecieron en silencio, e incluso algunos de ellos lloraban. Consultados por el motivo de la inusual protesta ninguno dijo nada. Sin embargo, la gente que los reodeaba coreaba la consigna "aquí se mató, aquí se torturó".

Los electores reaccionaron de distinta forma, donde algunos los aplaudieron y otros discutían entre ellos sobre la importancia de votar.