Manifestaciones contra la aprobación del proyecto de HidroAysén y de amigos del sacerdote chileno-británico Miguel Woodward, marcaron el zarpe de la Esmeralda en Valparaíso, en el que participó el Presidente Sebastián Piñera.

En el zarpe que se realizó este mediodía, apareció una lancha con los dos grupos manifestándose, por lo que una embarcación de la Armada la sigue para que no ocurra algún incidente y no se acerque al buque.

Piñera, en tanto, subió hasta el puente de mando para saludar a los familiares de la tripulación y fue recibido con honores. Lo acompañaron el ministro de Defensa, Andrés Allamand, el intendente regional y jefe de la Armada Edmundo González.

En el lugar se apostaron cerca de 1.500 personas, que con llantos y pañuelos blancos despidieron a la tripulación, que por primera vez cuenta con dotación femenina, compuesto por 47 mujeres.

Por otro lado, las familias de los marinos dijeron sentirse orgullosas de sus hijos, como también las mujeres que zarparán, ya que ven en esta oportunidad, un servicio a la patria.

La Esmeralda zarpará hacia a Iquique, siguiendo hacia el Callao (Perú), Guayaquil (Ecuador), Acapulco (México), San Diego y San Francisco (EEUU), Victoria y Vancouver (Canadá), Francia (Papeete), Pearl Harbor (EE.UU.), Papeete (Francia), Isla de Pascua y Juan Fernández (Chile) retornando el 6 de noviembre a Valparaíso.

Al llegar a caleta Higuerillas en Concón, Sebastián Piñera dijo que "es primera vez que un Presiente despide navegando a la Esmeralda. Y no es casualidad, porque le damos una máxima importancia  a lo que este crucero significa".

El primer Mandatario dijo en la oportunidad a la tripulación que "les quería desearles tres cosas, que tengan un muy buen crucero de instrucción, que aprendan y fortalezcan sus capacidades como marineros también que tengan una muy buena experiencia personal, porque de este viaje se van a acordar toda su vida y los cuentos lo van a conocer sus hijos y nietos".