La calma parece no querer llegar a las misiones diplomáticas de Estados Unidos en los países islámicos, puesto que hoy nuevamente han sido víctimas de ataques de exaltados en Yemen y Egipto, en protesta por una película que ofende al profeta Mahona, violencia que ayer cobró la vida del embajador Christopher Stevens y otros tres empleados de la legación en Libia.

Hoy centenares de manifestantes lograron hoy irrumpir brevemente en la embajada en Saná durante una protesta contra la cinta, considerada blasfema por los musulmanes, que ha causado ya ataques violentos contra otras legaciones.

Los manifestantes derribaron la puerta principal del complejo de la legación diplomática, donde también se ubica la residencia del embajador.

Dentro del recinto, solo alcanzaron el patio interior ya que no consiguieron entrar en ninguno de los edificios del complejo, aunque lograron quemar varios vehículos diplomáticos y romper los cristales de las ventanas de algunos inmuebles.

Los marines de la embajada dispararon al aire para dispersar a los manifestantes, mientras la policía antidisturbios yemení lanzaba gases lacrimógenos y empleaba cañones de agua para echar a los participantes en la protesta.

En estos momentos, los agentes cercan la legación diplomática tras haber conseguido expulsar a los manifestantes, aunque continúan los choques en las inmediaciones.

El Embajada de EEUU en el Yemen es uno de los edificios más fortificados de Saná. Hoy la sede diplomática estaba cerrada porque el fin de semana en el Yemen es el jueves y el viernes.

Testigos dijeron que los manifestantes pudieron irrumpir en el complejo porque los guardias yemeníes que lo protegen no actuaron para impedirlo.

Además del Yemen, Egipto es hoy escenario de protestas en los alrededores de la legación estadounidense, que han causado 16 heridos por el vídeo de Mahoma, que está publicado en internet.

Esa grabación fue supuestamente el desencadenante de la manifestación frente al consulado estadounidense en Bengasi, en el este de Libia, que acabó la noche del martes en un ataque contra el edificio en el que perdió la vida el embajador Christopher Stevens y tres empleados de la legación.

En tanto, los gases lacrimógenos y los disturbios se mantienen en las inmediaciones de la embajada de El Cairo, pues desde ayer varios cientos de manifestantes se han enfrentado con el cordón policial que protege la misión diplomática.

Según ha informado la agencia estatal de noticias Mena, la mayor parte de los manifestantes pertenecen a "barrasbravas" de fútbol que intentan "irrumpir en la sede de la embajada".