Manifestantes que protestaban contra el capitalismo en la cumbre del Grupo de los 20 destrozaron locales comercios ayer en el centro de Pittsburgh, tras lo cual fueron dispersados por la policía antimotines con gas pimienta.
Tras una marcha que en un primer momento reunió a unas 2 mil personas, sin embargo 300 manifestantes comenzaron a arrojar piedras a la policía.
La multitud rompió ventanas en los restaurantes de comida rápida Boston Market y KFC, una concesionaria de BMW y un banco Fidelity en una zona de la ciudad que se encuentra a 1,6 kilómetros del centro de convenciones donde se desarrollan las negociaciones del G-20.
Las protestas han marcado los grandes encuentros de líderes mundiales sobre economía por años, a veces volviéndose violentas y obligando a los organizadores de las cumbres a extremar la seguridad.
Durante la jornada, la policía dispersó a los 2 mil manifestantes que se reunieron para realizar una marcha.
"Deben dejar las inmediaciones inmediatamente", dijo la policía usando megáfonos y advirtiendo que se usaría gas y otras "fuerzas no letales".
Finalmente, ambas partes terminaron chocando.
Los manifestantes arrojaron botellas y la policía respondió para despejar el área. El fuerte olor del gas irritó los ojos y gargantas de los manifestantes, y algunos de ellos vomitaban mientras corrían.
"Hemos visto a la policía usar balines de goma, bastones y gas", dijo Noah Williams, portavoz del Proyecto de Resistencia G-20 Anticapitalista de Pittsburgh.
Los líderes de las principales 19 economías del mundo y la Unión Europea comenzaron el jueves una reunión de dos días para discutir reformas a la arquitectura financiera mundial que ayuden a evitar la repetición de una nueva crisis global.
Un encuentro del G-20 en Londres durante abril llevó a varios miles de personas a protestas que empezaron pacíficamente antes de volverse violentas, con una persona muerta.