Manifestantes prendieron fuego este miércoles a la alcaldía de la ciudad mexicana de Iguala durante una protesta por la desaparición en esa ciudad de 43 estudiantes  hace casi un mes.

Algunos de los miles de maestros y estudiantes que protestaban irrumpieron en el edificio, donde aparentemente no había trabajadores, y le prendieron fuego.

La sede de la alcaldía de Iguala, situada en el centro de esta ciudad de 140.000 habitantes, había sido prácticamente vaciada el pasado jueves cuando el  sindicato de maestros de Guerrero y otras organizaciones sociales anunciaron  que pensaban tomar el control de las 81 alcaldías de la región.

En tanto, en Ciudad de México, la fiscalía general ordenó la captura del  alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y de su esposa, acusándolos por primera  vez de los ataques de su policía municipal contra los estudiantes desaparecidos. Abarca y su mujer, María de los Ángeles Pineda, hermana de tres narcotraficantes, son vinculados al cártel Guerreros Unidos, al que la fiscalía  acusa de intervenir en la desaparición de los estudiantes.

Tras la quema de la alcaldía de Iguala, un grupo de civiles encapuchados, armado con palos, causó destrozos en el cercano Centro Galerías Comercial  Tamarindos, propiedad de Abarca.

"Dañaron la planta baja del inmueble que tiene tres pisos (...) Saquearon  electrodomésticos e hicieron destrozos en zapaterías y tiendas de ropa", señaló un efectivo de la policía federal.

El agente precisó que, poco después, cinco personas fueron detenidas con mercancía robada en un taller mecánico aledaño, que serían miembros del movimiento magisterial y estudiantil.