Manifiesto de Camilo Marks: "Todas las drogas debiesen ser legales"
"No me siento famoso, aunque creo ser el crítico literario más entrevistado en la historia de Chile. Pero, ¿qué es la fama?".
Le pondría un 3,0 a la política chilena. La Nueva Mayoría, que fue la Concertación o como quiera que se llame, es una confederación de fantasmas. No me gusta Piñera, está en mi ADN, pero hizo una campaña notable. Y tenemos al Frente Amplio, que es una montonera. No obedecen a directivas:son canibalísticos, divisivos, fraccionalistas. Hace un mes, hubiese preferido al Frente Amplio sobre la Fuerza de la Mayoría sin pensarlo, hasta que no se decidieron nunca en apoyar a Guillier en segunda vuelta. Ahora tengo la duda.
Voté por Beatriz Sánchez en primera vuelta y por Giorgio Jackson para diputado, aunque hubiese votado por Mayol de haber sabido que estaba él. Creo que es una de las pocas personas que tienen un discurso político coherente:escribe y habla bien. El problema fue que había una fila muy larga en mi mesa y yo estaba muy apresurado, entonces me hice pasar por diabético insulinodependiente, cosa que no soy. De hecho, gozo de muy buena salud.
He ido al Parque Forestal a tomar 'chelas'. No es sólo para menores de 18 años, ¿o sí?
Me encanta la ópera, pero siento una gran admiración por los raperos. Un amigo me invitó a una batalla internacional de rap en el Cementerio General, y eso marcó un antes y un después para mí. Un antes en el que sentía un desprecio por algo que desconocía y un después en el que comencé a sentir admiración por estos artistas que hacen cosas fascinantes, que inventan la música en el momento. Hasta los muertos resucitaron con sus rimas. Nos quedamos hasta las 12 de la noche y si se repite volvería a ir.
"Una vez estuve en una batalla de rap hasta la medianoche".
No le tengo ningún temor al ridículo. Parece que soy estrafalario, porque me lo han dicho muchas veces. En una ocasión, cuando hacía clases en la Usach, entraron cuatro perros a mi clase, y me puse a ladrarles para echarlos. Los estudiantes estaban asombrados, causó estupor. Y a veces agarro el programa, lo rompo frente a la clase y lo tiro a la calle por la ventana.
He ido a bailar música tecno. El año pasado fui a una fiesta con un amigo y había homosexuales, lesbianas y, principalmente, heterosexuales. Me gustó, pero no concibo ir a una fiesta donde lo único que hace la gente es bailar y no conversar.
Fui víctima de un acoso telefónico. Recientemente, volví a Facebook y tuve un regreso triunfal, pero estuve ocho años sin meterme, porque una mujer que me agregó me llamaba por teléfono todo el día, todos los días. Si no contestaba el celular o el fijo, llamaba a conserjería. Una mañana me dijo que Lucía Hiriart había muerto. Llegué a la universidad a dictar la primera clase del semestre y anoté la noticia en la pizarra para ver cómo reaccionaban los estudiantes. Y quedó la grande. La señora Lucía no murió ni piensa morirse. La mala hierba nunca muere.
No me siento famoso, aunque creo ser el crítico literario más entrevistado en la historia de Chile. Pero ¿qué es la fama? Oprah Winfrey habló a nombre de todas las mujeres que se han sentido agredidas en el mundo. ¿Y quién es ella? ¿Eso es fama? No lo sé. La fama de hoy es una cosa muy distinta a lo que solía ser antes. Al lado de la Tonka Tomicic, que no tiene talento, o de Benjamín Vicuña, que tiene cara de baboso, ¿quién soy yo?
Todas las drogas debiesen ser legales. Así se termina con el flagelo de los narcotraficantes y los carteles. La heroína es el analgésico más fuerte que se conoce y sirve para enfermos de cáncer terminal, en tanto la cocaína, en forma de novocaína y lidocaína, sirve para hacer tratamientos de conducto. Y si una persona quiere fumarse un pito de marihuana o inyectarse heroína para distraerse, en la comodidad de su hogar, sin obligar a nadie y con alguien que lo cuide, creo que está en su pleno derecho.
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