Es natural que mi generación esté perdiendo influencia política. Entramos a participar durante las elecciones de 1964, llevamos más de 50 años metidos en esto. A esta altura, es admirable que gente de ese círculo, como Andrés Zaldívar o Ricardo Lagos, siga comprometida. Tengo una enorme diferencia con los jóvenes, que no les interesa la política.
A Ricardo Lagos lo veo acusando el golpe tras bajar su candidatura. Siempre me he sentido muy cerca de él. La manera de bajarse fue de una enorme dignidad, salió con todo su capital político intacto, pese a ser defenestrado por un partido al que le había dado mucho. El ex presidente no habla de eso. A la semana siguiente ya estaba retomando sus actividades.
La Nueva Mayoría fue un fenómeno fallido. Se crearon ilusiones respecto de las transformaciones que el país necesitaba y que fuera una siguiente etapa de lo que había hecho la Concertación. La mala gestión echó abajo toda esa ilusión. La experiencia se agotó muy cerca de su nacimiento.
Cuando chico me decían "Bimbo". Nunca supe muy bien por qué. Dicen que cuando tenía cuatro años y me preguntaban cómo me llamaba, yo respondía: "Bimbo". Lo raro es que la palabra no se parece nada a alguno de mis nombres. Ese apodo lo mantuve a lo largo de mi vida.
Egresé de Derecho en la Universidad Católica, pero nunca me titulé. Hace tres años hubo una polémica, porque supuestamente había mentido en mi currículum. No había nada de eso. Lo que pasa es que salí de la universidad y me di cuenta de que me interesaba la sociología. Entonces, no había necesidad de tener el cartón.
Fui exonerado tras el golpe militar.
Para el 11 de septiembre estaba estudiando en Inglaterra. A la semana siguiente publicaron una lista con los exonerados de la Universidad Católica. No me complicó tanto, recién había llegado al extranjero a estudiar y me quedé en Inglaterra tranquilamente. Ese día empecé a militar en el Mapu.[caption id="attachment_823365" align="alignnone" width="840"]
Manifiesto / Diario La Tercera
Jose Joaquin Brunner, político chileno, ex ministro secretario general de gobierno 1994-1998
Fotografia : Marcelo Segura[/caption]
Patricio Aylwin me echó de la DC…, pero yo nunca milité en el partido. En la Universidad Católica había un registro de militantes que eran echados. Mi nombre aparecía, pero yo jamás firmé por ellos. Luego, cuando fue presidente y yo ministro se lo comenté. Ambos nos reímos recordando esa época.
Me sentiría orgulloso si la historia dice que fui uno de los ideólogos del sistema educacional. Con todas las críticas que se puedan hacer hoy al sistema, los avances que logramos en ese período son innegables. Junto a otras personas logramos transformaciones significativas. La historia juzgará.
En mi juventud seguí la moda hippie. Era reconocible por usar el pelo largo, usar suecos y pantalones pata de elefante. Me gustaba Pink Floyd y discutía con mis amigos, a ellos les gustaba The Beatles. Teníamos largas conversaciones sobre cuál era la banda más innovadora y creativa.
Fumé marihuana. Lo hice de manera recreacional, en el círculo social de jóvenes profesionales al que pertenecía. Era un fenómeno cultural distinto a lo que pasa ahora. Hoy se ha masificado y ha adquirido formas más perversas. El problema de la legalización es que entraría en un circuito de dificultades que tienen que ver con condiciones de vida y que formaría parte de un circuito donde las drogas pueden ser muy destructivas.
Gracias a mis nietos me he acercado a Daddy Yankee y Calle 13. Ellos me comentan y me hacen escuchar sus canciones. Me interesa el rap. He descubierto un mundo interesante.
Al Frente Amplio lo miro con mucho interés. Me informo, los escucho en sus discursos. Es un movimiento distinto al nuestro, antes de la dictadura militar. Nosotros vivimos en una época de grandes esperanzas. Hoy todo es más complicado. No hay una alternativa real al sistema capitalista a nivel mundial, les espera una vida muy difícil.