Nací en Viña por error. Toda mi vida la he hecho en Pirque. Acá puedes gozar de estar en pleno campo y en 10 minutos estar en la ciudad. Rara vez voy a la playa, aunque tengo casa en Zapallar. Estudié técnico agrícola y durante años trabajé en el campo. Ahí tuve una experiencia laboral muy interesante, trabajé en la fruta de exportación, lecherías, nogales y diversos cultivos.

El campo sigue siendo mi refugio. Me gusta el silencio, la tranquilidad que te da la naturaleza, que no tengas flancos abiertos con nada. Porque en política siempre tienes flancos, hay gente que te quiere y gente que te odia, y uno no sabe por qué te quieren ni por qué te odian. En Chile mucha gente te hace zumbar sólo porque opinas distinto.

No vengo de una familia de fortuna. Mis padres tenían un buen pasar, pero no viajábamos a ningún lugar, ni íbamos a esquiar los fines de semana. El primer viaje que hicimos en familia fue ya de grandes, a Mendoza, en auto, todos en una renoleta. Mis papás siempre han sido personas muy austeras y tuvieron el pasar de un agricultor normal, con periodos muy endeudados y otros mejores.

Debo haber tenido todos los déficits que ahora les diagnostican a los niños. Pero en esa época no se conocían. Nunca fui un gallo estudioso, me cargaba el colegio, pero nunca repetí de curso y es un mito eso de que me echaron de varios colegios. Entré en el Trewhela's y luego me cambiaron al San Ignacio, porque estaban mis hermanos mayores. Después del Golpe nos llevaron al Tabancura.

En el colegio, una vez quise ser presidente de curso y no saqué ni un solo voto. Nunca más lo intenté. Cuando en 1992 mi padre me planteó la idea de que podía ser un buen alcalde de Pirque, dije que la política me parecía rasca. Tenía 29 años y no la entendía. Después me di cuenta de que la política es la actividad más digna y bonita que hay, lo que pasa es que algunos políticos la echan a perder.

"A Paulmann no lo molestan por su falta de título, porque tiene lucas. Pero a mí sí".

Es un mito que mi sueño era ser ministro. Me acostumbré a no tener jefe desde chico, soy buen mandado, pero también soy muy bravo. No habría durado ni cinco meses y me hubieran echado. A mí lo que me gustaría es ser Presidente de Chile.

La cosa más brava que he dicho en política fue cuando le dije a Piñera "no te declararon reo por lindo". Fue muy dura. Pero fue una reacción violenta cuando me dijo que yo era "un mentiroso profesional". No la habría dicho jamás si no me hubieran insultado. La frase fue magistral y me salió del alma. Para la gente de izquierda, esa frase va a ser la mejor que se ha dicho en los últimos 20 años, mientras que para la gente de derecha será el insulto más grande de los últimos 20 años.

De todas las cosas que me han dicho, hay dos que me duelen: que me traten de mentiroso, cuando nunca lo he sido, y cuando me gritaban en la calle traidor por haber apoyado a Piñera en segunda vuelta.

No soy homofóbico como me acusan. La fobia es una enfermedad. En mi equipo parlamentario hasta hace muy poco había una persona que era gay, todos lo sabíamos y ningún problema. En la alcaldía de Puente Alto trabajé con gays y transexuales, allí hay una organización súper fuerte de transexuales, gente que la pasa mal y que requería ayuda, y con la que hicimos un tremendo trabajo. Nunca he criticado a nadie por ser gay, eso es tema de cada uno.

Estoy orgulloso de ser técnico agrícola. A mí me gusta que me midan no por los títulos que tengo, sino por lo que he hecho. Desafío a cualquiera que mida lo que hicimos en Puente Alto y lo compare con lo que se ha hecho en Vitacura, Las Condes, les pego 10 patadas en desarrollo, en lo que quieras medir. Me importan los estudios, pero yo no estudié porque no pudiera, sino porque no quise, quería trabajar. Paulmann, Leonidas Vial y Jorge Marín, presidente del grupo CGE, exitosísimo, es técnico del IPV y a ellos nadie les anda pidiendo títulos o ninguneándolos, ¿por qué?, porque tienen lucas, son poderosos.