La intolerancia en el humor viene de la izquierda más que de la derecha. A mí me gustan humoristas que son abiertamente de izquierda. Ambos lados son válidos . Así como la "Chiqui" Aguayo tuvo la libertad de hacer su rutina, Alberto Plaza puede decir qué le pareció. Pero como lo dijo un artista con una relación con la derecha, se le califica como un retrógrado y le dan como bombo en fiesta. Eso no es vivir en sociedad.
Yerko Puchento es genial, pero todo tiene un límite. Hacer una rutina de humor contingente durante todas las semanas es un trabajo digno de aplaudir. Ahora tienen que reconocer que con Cecilia Pérez se equivocaron. No soy partidario de ofender a una mujer en una rutina. Una vez entrevisté a Daniel Alcaíno y resultó que era una persona de extrema izquierda. Echaba mierda contra todos, un anarquista en contra de las instituciones. Fue bien curioso.
Cuando chico siempre estuvo el conflicto entre el artista y el liderazgo. Varios años fui presidente de curso, también fui seleccionado nacional de gimnasia en aparatos. Más grande, animé la semana universitaria y fui director de los clásicos universitarios. Quizás por eso me demoré más en sacar mi carrera de ingeniero comercial en la Universidad Católica. Pasaba metido en cuestiones que hiciera que postergara los semestres.
Entré a la Escuela Militar a los 15 años por una tradición familiar. Mi hermano había estado ahí y también mis primos mayores. Fue una experiencia que me sirvió mucho, era un hijo de papá y estar solo me hizo adquirir disciplina. Hay miles de anécdotas. Una vez, en un ejercicio de tiro de granada, un compañero se equivocó y me tiró una granada que casi me mata.
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Checho Hirane , humorista. Foto: La Tercera[/caption]
Fui de los primeros en imitar a Augusto Pinochet. Era muy fácil hacerlo, con su voz campechana. La gracia es que yo lo hacía en pleno gobierno militar. Me atrevía porque no estaba metido en nada, no era percibido como una amenaza. Hubo un general que se molestó y dispuso que no pudiera entrar a un regimiento durante harto tiempo. Nunca gané un peso con el gobierno militar.
No volvería al Festival de Viña, soy cómico, pero no huevón. Me han invitado muchas veces, pero siempre digo lo mismo. Estoy dedicado a la cosa política. Aunque tuviera una buena rutina, basta con que vaya un par de gallos que les caes mal para que te liquiden el show. No estoy dispuesto a eso.
En la Parada Militar fui a rendirle honores a la Presidenta Bachelet. Es un acto republicano que valoro. Eso de demostrar que las Fuerzas Armadas están subordinadas al poder político es una tradición histórica en Chile y la defiendo con mucha fuerza.
Me acusaron de evadir impuestos, pero fue una persecución política. Ya está demostrado que el Servicio de Impuestos Internos persigue a los opositores del gobierno de turno. Eso lo dije desde el principio. Había otros artistas metidos en el mismo problema, pero procesaron a los que se sabía eran de derecha. La Corte Suprema me libró del tema y hoy ando con la frente en alto. Nunca cometí un delito.
No quiero que Chile llegue a ser como Venezuela por ningún motivo. No quiero que el país se vuelva una sociedad con intolerancia, donde pensemos en matar al que piensa distinto. Aprendamos a convivir entre los chilenos.
Acá no perdonan que un artista diga lo que piensa y que no sea de izquierda. Lo que me molesta es la mentira. Si alguien viene y me dice, "Checho" Hirane, fuiste uno de los que apoyaron el golpe. Sí, lo fui. Pero es falso decir que validé la violación de los derechos humanos. Invito a quienes dicen eso a que lo demuestren.