Manu Chao deleitó a los presentes el viernes por la noche con una docena de canciones, entre ellas las más conocidas como Clandestino, Desaparecido, Alas Rotas y Bienvenida a Tijuana.
Entre el público se desplegaron banderas del "Che" y carteles por la unión de "todas las fuerzas por la libertad de Honduras", la libertad de los presos del grupo armado separatista vasco ETA, mientras que otro rezaba "Maldito el soldado que dispara contra su pueblo". Además ondearon banderas de varios países latinoamericanos.
Chao, acompañado por Madjid, guitarrista de Radio Bemba Sound System, compartió escenario con cuatro cantantes cubanos, entre ellos Kelvis Ochoa, con quien cerró el concierto, gratuito, de casi tres horas, con "Volando voy" y "Desaparecido".
Esta es la segunda vez en tres años que el cantante ofrece un concierto en La Habana tras el celebrado en 2006 en la Tribuna antiimperialista, donde estuvo acompañado por Radio Bemba Sound System.
Durante el concierto el diseñador polaco Jacek Wozniak, autor de las portadas de sus discos, y artistas cubanos como Javier Guerra pintaron detrás del escenario murales en tela con motivos del "Che".
Idania Lavilla, una joven bailarina en primera fila, mostró su satisfacción por "la posibilidad de ver a Manu Chao en Cuba. Todas sus canciones tienen mensaje. Son mensajes de paz y de libertad de pensamiento", dijo a ANSA.
Manu Chao actuará el próximo lunes en Santa Clara (centro de la isla), ciudad donde descansan los restos del "Che".
En declaraciones a Granma, el cantante afirmó que "su figura no solo tiene gran significado en mi carrera, sino también en la de muchos otros. El Che, sin ninguna duda, fue y sigue siendo un personaje emblemático de la izquierda mundial".