Las nevadas y bajas temperaturas han casi que paralizado aeropuertos, incluyendo algunos de los más congestionados del mundo como Heathrow en Londres.
Miles de pasajeros frustrados pululan las terminales con la tenue esperanza de que su vuelo se abra o encuentren espacio en otro para poder salir a sus vacaciones navideñas.
Muchos han tenido que pasar horas -hasta días- en esa espera, algunas veces sin recibir toda la atención debida de autoridades aeroportuarias y funcionarios de aerolíneas que ya no dan abasto.
Si uno es un usuario, no hay una guía oficial de cómo lidiar con esta crisis. Sin embargo, BBC Mundo se puso en contacto con Lonely Planet, una empresa internacional que publica guías y consejos para viajeros a todas partes del mundo, para saber cuál sería la metodología para sobrevivir dicha situación.
Tom Hall, escritor de guías para el viajero y portavoz de Lonely Planet, ofreció una serie de consejos para los diferentes aspectos que hay que tener en cuenta:
LOGISTICA
Esto tiene que ver con cuál sería la mejor estrategia a seguir en caso de que su vuelo esté en duda. ¿Sale al aeropuerto en caso de que pueda salir o se queda en casa esperando información?
"Lo mejor es no ir al aeropuerto si su vuelo no está confirmado", advierte Tom Hall. "En el mejor de los casos añade a la frustración de tener que estar estancado en la terminal y, en el peor, podría ser peligroso desplazarse por vías afectadas por el mal tiempo".
Hall señala que si un vuelo se cancela una de las únicas posibilidades de viajar es encontrando una silla vacía en otro avión, pero durante la temporada alta es casi imposible.
No obstante, muchas personas se quejan de no poder entrar en comunicación con las personas idóneas o no se fían de que la información telefónica grabada o escrita en los sitios internet esté actualizada.
Pero el experto de Lonely Planet dice que hay que insistir en tratar de contactarse con alguien. Las redes sociales son muy buenas para esto. "Los mensajes vía Twitter son frecuentes y actualizados", asegura.
"Cuando empieza a mejorar la situación, las aerolíneas generalmente coordinan vuelos adicionales para suplir la demanda de pasajeros y estas reservas se pueden coordinar mejor desde casa y no en el caos del aeropuerto".
SUPERVIVENCIA AEROPORTUARIA
Pero, si uno ya se encuentra atrapado en el aeropuerto, esperando una conexión o la remota posibilidad de que su avión salga, ¿cómo sale entero de esa experiencia?
"Lo más difícil es cómo pasar el tiempo sin aburrirse. Hay que encontrar quehaceres y pasatiempos", afirma Hall. "Eso es especialmente difícil con niños pequeños".
Se debe tratar de recorrer el aeropuerto y buscar sitios de interés, como una plataforma donde se puedan ver los aviones. Inventarse juegos y actividades también es una buena manera.
"Lo que no se debe hacer es meterse en su propio mundo, colocándose audífonos y cerrándose al resto de las personas", comenta.
"Sería mucho más provechoso para todos si uno puede buscar a alguien a quién ayudar, tal vez con los niños a personas ancianas, hacer algo para el bien común".
Algo a lo que recurren muchos, pero no aconseja Tom Hall, es al bar a ahogar su desesperación en unos tragos.
"Es el momento para tener la mente clara para tomar decisiones como si aceptar un reembolso, tomar otra ruta, canjear el vuelo, etc."
DERECHOS Y DEBERES
En una situación como la actual, todos los sistemas y servicios están siendo exigidos al máximo y pueden llegar a no dar abasto. ¿Quién debe ser responsable por el bienestar de los pasajeros que se encuentran en una terminal?
"La aerolínea, por supuesto, debe proveer bebida y alimentos a los pasajeros con vuelos reservados hasta que éste salga", manifiesta el portavoz de Lonely Planet.
"Eso es lo ideal, pero no siempre se da así, especialmente en situaciones extremas", añade.
Si el pasajero se encuentra en tránsito, en una ciudad en la que no reside, también tiene derecho a un hotel.
Tom Hall señala que, en teoría, uno puede pagar la alimentación y la habitación y después reclamar un reembolso con recibos. Pero eso también puede resultar en un proceso largo y muchas veces frustrante.
PREVISION
Para evitar pasarla muy mal ante estas circunstancias no hay como un pasajero precavido, afirma el experto en viajes.
"Siempre es bueno tener una computadora portátil y, para los niños, películas que se puedan reproducir en este", aconseja. "Muchos y variados juguetes para ellos también".
Definitivamente, recalca Tom Hall, se debería llevar en el equipaje de mano un cambio de ropa para un día y efectos de aseo personal.
"Y un buen libro siempre sirve en esas ocasiones", concluye.