Era un hábito marcado a fuego en la crianza del músico Manuel García (43): coleccionar cancioneros, repasar las composiciones de Violeta Parra, "de Charly García, de Eduardo Gatti y Soda Stereo", enumera, transcritas en hojas de roneo, en la revista La Bicicleta, con los acordes sobre la letra y un diagrama sobre cómo poner los dedos sobre los trastes de la guitarra. Y fue ese viaje el que ahora cierra un círculo, con la edición de Cancionero (Editorial Liberalia), un libro que reúne 32 creaciones de García en 160 páginas, varias que ni el mismo músico había visto en papel y tinta.

"Es un libro donde quiero expresar el amor por la forma del cancionero, que siempre ha sido para los músicos populares un material entrañable", explica. Cancionero también trae un par de adelantos, como la canción Maniquí, que forman parte del próximo álbum en que el músico está trabajando. La única forma de escucharlas, para luego tocarlas según las instrucciones del libro, es a través de sus presentaciones en vivo. El compromiso más próximo del ariqueño en Santiago será este sábado, como parte del cartel del festival Frontera (ver recuadro).

Para el 7 de diciembre, sin embargo, prepara la recreación de la puesta en escena de su espectáculo Guitarras Diamante. "Vamos a modificar algunas cosas respecto del Caupolicán y voy a agregar otros invitados sorpresa", adelanta.

Todo sucede en la antesala del nuevo y quinto disco del cantautor, que, según cuenta, entrará a grabar en febrero. "Estamos terminando el proceso de hacer las maquetas junto a Angel Parra, de una forma muy seria. A principios del próximo año, entramos a grabar, porque ya hemos avanzado bastante en los temas".

Incursión literaria

Cancionero es, además, el primer libro de Manuel García y, según dice, un primer acercamiento a las canciones sin guitarra. "Nunca he leído algunas de mis propias canciones, como La danza de las libélulas o La terrible canción Nº1. Con esto, tal vez me anime a desenterrar poemas, y un esfuerzo por editar más en esa dirección. Hasta ahora, había sido sistemático y rigurosamente egoísta con mis escritos", sentencia.

El libro fue editado por Sergio Toledo y reúne ilustraciones de Sandra Calogerea. "La selección, sin embargo, se realizó por varios criterios, como lo que yo supongo que la gente quiere cantar; otro respecto a los que considero un aporte a la práctica de la guitarra, y otras inéditas, o que voy a estar tocando a partir de esto", detalla.