Dice no estar satisfecho con los resultados de la última encuesta CEP (donde no se despega del 2% entre quienes les gustaría que fuera presidente), pero se muestra optimista. El senador y precandidato presidencial Manuel José Ossandón está convencido de que ganará tanto la primaria de Chile Vamos como la presidencial. "Las segundas partes nunca son buenas", enfatiza, aludiendo a las posibilidades del ex Presidente Sebastián Piñera de conseguir un nuevo período en La Moneda. Se muestra molesto, además, luego de haber perdido el apoyo de uno de los impulsores de su candidatura, el ex presidente de RN Carlos Larraín. "Estamos alejados totalmente", confiesa.
¿Cómo lee el mensaje que le envió la CEP, donde mantuvo bajos registros en proyección presidencial, pero igualó a Piñera en valoración positiva?
Le gané, porque yo tengo menor rechazo. La encuesta no es buena, pero tampoco es tan mala. Yo vengo diciendo hace mucho tiempo que esta es una carrera de 1.500 metros y se gana en la última vuelta. Para mí, lo importante ha sido estar entre los cuatro primeros, y estoy. Soy el mejor valorado de Chile Vamos, cosa que no estaba en mis planes. Pero sí, soy objetivo: yo estoy compitiendo con tres personas que están desplegadas, yo no. Y no lo voy a hacer hasta marzo o abril, porque mis recursos son limitados. Lo que sí, estoy consciente de que tengo que transformar esa buena evaluación en votos, lo que no es fácil. Obviamente, no es la mejor encuesta. Al único que le fue bien es a Guillier.
A mediados del año pasado usted se instaló como candidato en gran medida porque era visto como la contraparte de Piñera, tono crítico que abandonó tras las recriminaciones de su sector. ¿Funcionó dejar de enfrentar al ex presidente?
Mis críticas a Piñera siempre han sido políticas y siguen siendo las mismas. Claramente, Chile Vamos es una organización que se hizo para Piñera y creo que se está cometiendo un error político histórico. Esto se está haciendo para una sola persona que, además, tiene altas probabilidades de perder. 'De atrás pica el indio'. Soy un candidato emergente, pero les voy a ganar. Voy a ir a las primarias, que es lo que quiero.
Cercanos a usted han señalado en privado que es necesario cambiar su estrategia de campaña, ¿comparte el diagnóstico?
Las encuestas son una foto del minuto, yo no le doy la importancia que se le da a la CEP. Es una buena encuesta, pero no es el oráculo. Mi percepción de calle no tiene nada que ver con lo que dice la CEP. Es cosa de que me pregunten qué me pasó con la senatorial, donde supuestamente perdía tres a uno, y gané.
¿Uno de sus objetivos era subir en conocimiento, pero extrañamente bajó?
Es bien raro que alguien te conozca y después no. La explicación no es mía. No estoy feliz, estoy conforme con la encuesta. Me pone entre los cuatro primeros y, lo más importante, demuestra que esta elección está completamente abierta.
En concreto, ¿va a cambiar la estrategia de campaña?
Si la cambio no la cuento, si no, no sería estrategia. Chile no resiste dos gobiernos seguidos de dos ex presidentes. En la calle la gente pide incrementar la confianza en la política y eso no se hace con las mismas personas. La gente no quiere la continuidad, eso voy a demostrar en las urnas. Y si pierdo, voy a apoyar con toda la fuerza a quien gane. Lo que sí hay que tener presente es que la experiencia ha demostrado que las segundas partes nunca son buenas. Chiste repetido sale podrido.
Usted había dejado atrás ese discurso contrario al ex Presidente Piñera, ¿lo va a retomar?
Siento que hay un despliegue de campaña impresionante de Piñera, de Lagos y de Guillier, por lo tanto, no puedo estar al mismo nivel. Cuando yo entre en campaña firme vamos a evaluar. Hoy día se están midiendo peras con manzanas.
¿Cómo toma que uno de los impulsores de su candidatura, Carlos Larraín, haya dicho que usted sería un buen postulante, pero para otra elección?
Primero, Carlos Larraín nunca ha sido impulsor de mi candidatura, ni soy el regalón de él como siempre han vendido. Los regalones de él son Andrés Allamand y Francisco Chahuán. Segundo, yo creo que está equivocado y se lo voy a demostrar. El dijo lo mismo para mi candidatura senatorial, apostaba a que Allamand ganaba lejos y saqué 80 mil votos más. Sería la segunda vez que se equivoca. Pero claro, para mí era importante su apoyo, pero bueno, es su opinión.
¿Esto marca un quiebre en la relación que sostenía con el ex senador?
Hoy día estamos alejados totalmente... Después de lo que dijo en la prensa. Lógicamente, hay cosas que no se dicen públicamente y hay cosas que no se hacen. Yo siempre supe, y se lo dije a mi equipo, que la opinión de Carlos Larraín de mí era la que dijo ahora. Otra cosa es que haga lo que hizo.
¿Usted ve a Larraín más cercano a Piñera hoy en día?
Yo no lo entiendo, pero es su opinión y puede defender a quien quiera. Claramente, está jugado por Piñera hoy en día y tiene todo su derecho a jugarse por quien quiera. Está grandecito, o sea, adulto, no grande.
Considerando los resultados de las encuestas, ¿no le encuentra razón a Carlos Larraín de que usted sería un buen candidato, pero para la próxima elección?
No, yo voy a ganar en esta. A mí lo que me extraña es que aquí se den por ganadores personas que marcan 20 puntos y que son personas súper conocidas. Para mí es mala la encuesta, pero para los ex presidentes es peor. Carlos Larraín está equivocado.
¿Tiene sentido hacer una primaria tomando en cuenta que Piñera es indiscutiblemente la mejor carta de la centroderecha?
Michelle Bachelet marcaba 60% y fue a una primaria. Las primarias son inevitables.
¿Usted va a llegar hasta el final?
Obviamente. Voy a ir a primarias. Claro, si no hacen primarias, voy a tener que ir a primera vuelta. Tengo listo el tema del Servel, así que no tengo problemas. Aparte, como en Chile Vamos creen que Piñera gana lejos, les conviene hacerlas. Pero ojo, ahí va a estar la sorpresa. A mí lo que me molesta es que veo a gente de Chile Vamos reclutando personas para la campaña, ofreciéndoles trabajo en el gobierno. Y todos sabemos que nunca es bueno limpiarse antes de ir al baño, porque uno queda sucio.
Pese a enfrentar el caso Bancard, Piñera subió siete puntos en la CEP. ¿Ya no lo dañan este tipo de acusaciones?
Lo que más le puede influir a él es darse cuenta de que puede perder, y ahí se va a bajar. Además, Bancard puede dañar a Piñera como el caso Caval afectó a Bachelet. En ambos casos, nunca vamos a saber si sabían de los negocios de sus hijos. Pero, claramente, este tipo de casos afectan la política chilena. Piñera va a tener que aclarar muy bien esto, porque una persona que quiere ser presidente tiene que pasar la prueba de la blancura.
¿Cree que el caso Bancard es de la misma gravedad que Caval?
Es muy grave, si fuera verdad. Lo que pasa aquí es que Carlos Larraín se enoja, todos se enojan, porque hay cosas que no se dicen. Pero yo creo que los dos casos son graves porque en el fondo muestra esa relación perversa entre los dineros, los negocios y la política. Yo creo que deben ir por carriles separados.