Su historial de desencuentros con La Moneda hacía pensar a muchos que sería el primero en iniciar la ofensiva contra el gobierno a la hora de debatir las responsabilidades de la derrota electoral de la Alianza. El ex alcalde de Puente Alto y senador electo de RN, Manuel José Ossandón, advierte, sin embargo, que los cuestionamientos con que esta semana Andrés Allamand agudizó la sensación de crisis en el sector son los mismos que viene realizando hace al menos dos años.

¿Qué le parecen las críticas de Andrés Allamand al gobierno tras la derrota del 15 de diciembre?

Lo que él dice es la verdad. El problema es que debería haber hablado antes, y al interior del gobierno, cuando era ministro, no después de la derrota. A lo mejor lo hizo y no lo escucharon, que es algo bastante normal en el gobierno, pero no sé, no me consta si lo hizo. Y en eso entiendo un poco la molestia de la ministra Cecilia Pérez y de Andrés Chadwick por el bombardeo que vino después. Sin embargo, el bombardeo que le hicieron ellos a él fue personal, atacándolo, y eso no me parece del nivel de un gobierno. Cuando se acusa a alguien de 'frustrado', eso no es una crítica política, es ir al plano personal, y un gobierno no puede caer en las descalificaciones.

Pero más allá de la oportunidad, ¿está de acuerdo cuando se dice que el principal responsable de la derrota es el gobierno?

Yo lo he dicho siempre y desde mucho antes. Mi análisis, es que Allamand, igual que muchos de nosotros, salió en defensa del partido porque es un tipo que está enamorado de RN y ve que aquí hay un peligro latente. Porque es súper injusto que el gobierno culpe a los partidos de la derrota. Aquí todos tuvimos la culpa, pero el primer grado, la primera responsabilidad la tiene La Moneda, eso está claro. Porque fue el gobierno que creyó que sumaría más respaldo en las encuestas marginando a los políticos y despreciando a los partidos. Y finalmente este gobierno de excelencia y de técnicos se equivocó rotundamente y eso le terminó pasando la cuenta. La falta de política hizo que se cometieran errores imperdonables.

¿No cree que con sus críticas Allamand contribuyó a este escenario de crisis que hay en el sector?

Lo que pasa es que más que crisis, estamos machucados después de una derrota y ahora hay que mirar el futuro y construir, pero también hay que defender. Y yo lo voy a hacer con fuerza.

¿Pero cómo evalúa que Allamand haya insistido en sus críticas en los días siguientes, no agudiza la crisis?

Pero si piensa, se debe insistir en esta discusión. El gobierno no ha querido hacer un mea culpa y reconocer su responsabilidad, por eso les ha echado la culpa a los partidos. Nosotros también somos culpables, pero en otra medida.

Muchos pensaban que iba a ser usted quien iniciara esta ofensiva.

Pero si yo ya lo hice. Si uno lee las críticas de Allamand, son las mismas que vengo planteando hace dos años. Aquí, la lealtad mal entendida nos llevó al desastre. Si muchas personas hubieran levantado la voz y hubiesen dicho: 'Ojo, este es un muy buen gobierno en gestión, pero estamos cometiendo errores políticos graves, que nos pueden costar nuestro proyecto colectivo'...

¿Qué debe venir ahora?

Hay que mirar al futuro, la derrota ya pasó, hay muchos heridos, pero por supuesto que podemos construir un proyecto, el de la verdadera derecha. Esto parte primero por el espíritu republicano del Presidente y los ministros de volver a su casa. Los presidentes de la República siempre han vuelto a sus partidos políticos, y ahí adentro, de frente, se analiza lo que pasó para que no se repitan los errores. Se habla de que Cecilia Pérez o el propio Presidente Piñera no volverían a RN. A mí me parece impresentable. Todo esto se arregla si somos capaces de construir un proyecto que yo llamo la derecha verdadera. Una derecha que sea la original, no la copia de lo que hemos visto en el último tiempo. La verdadera derecha para mí no es autoritaria ni empresarial.

¿Cómo evitar una fuga de militantes en RN?

Irse por un problema puntual de un partido no me parece correcto, pero si alguien quiere irse, se va. El partido no se va a morir. Sin embargo, creo que finalmente no se van a ir. Me parecería muy extraño que el Presidente de la República, que salió electo en un cupo de RN, con el apoyo de todos nosotros, ahora se vaya. No me parece correcto ni republicano. Por eso hay que tener cuidado con movimientos como Evópoli. Ellos dicen que yo formo parte de una derecha excluyente y eso no es nada más alejado de la realidad. Felipe Kast fue a RN a pedir un cupo y a hacer una alianza para trabajar en conjunto, y antes de asumir está consiguiendo que militantes de RN se vayan a su movimiento. Cosa que me parece grave, porque es un incumplimiento de la palabra. Un sector nuevo no puede estar vistiendo un santo para desvestir a otro. Un movimiento, para que tenga futuro, tiene que agregar gente a nuestro sector. A encantar a gente, no a sacar del lado, eso no sirve de nada.

¿Le atribuye a Kast la responsabilidad de que Hernán Larraín Matte se haya ido a Evópoli?

No, si esto no es por una sola persona. Lo que estoy diciendo es que Evópoli está buscando a la misma gente que hoy está en el sector. Ellos no tienen ninguna responsabilidad en la crisis, pero lo están haciendo mal pensando en el futuro. Para que la centroderecha crezca, tiene que ser con gente nueva. Y no me parece que en un programa de televisión digan que mi política es excluyente, cuando los votos que yo traigo al sector no son los tradicionales de derecha. Nosotros sí estamos incluyendo.

Se les apunta a usted y a Allamand de no colaborar para evitar la derrota de Evelyn Matthei.

Yo tenía al Presidente, al gobierno, a los ministros, a la UDI y a los poderes empresariales más grandes de Chile en mi contra, cómo iba a estar en la campaña del lado si yo me estaba ahogando solo, era imposible. Y cuando volví de mis vacaciones, porque yo estaba reventado y por una recomendación médica tenía que parar, volví y me ofrecí. Hice todo lo que Joaquín Lavín me pidió. Claramente, en esta elección no le echemos la culpa a Matthei, ella fue un héroe. Esta elección se perdió un par de años antes.