Histórico

Manuel Neuer, el odiado arquero que humilló a Cristiano Ronaldo

El golero dejó al Schalke para jugar en el Bayern y se ganó el desprecio de las dos hinchadas. Además, hizo noticia por un llamado a futbolistas homosexuales para que revelen su condición.

Son miles y miles de personas. Ya sea en las tribunas o en la cancha misma del estadio en Gelsenkirchen, una marea humana de hinchas azules es mostrada por la televisión alemana, en una imagen que desde lejos parece una celebración o una tragedia.

Y era las dos. Primero porque el Schalke 04 se quedaba con el título de la Bundesliga 2000-2001, y sus seguidores ya desataban la celebración. Y luego porque quedaban segundos por jugar en el duelo del Bayern Munich y éstos decidieron hacer un gol, quedarse con la corona y desencadenar una serie de caras desfiguradas, llanto, gritos y estatuas humanas entre los hinchas del Schalke.

Ahí, en la tragedia, debe haber estado Manuel Neuer. Hincha "minero" desde muy pequeño, siguió al Schalke incondicionalmente al mismo tiempo que hacía las divisiones inferiores en el club y soñaba con darle alguna alegría a su club.

Y todo salió como esperaba: llegó al primer equipo, ganó títulos, fue líder dentro de la cancha, referente de los hinchas, jugó un Mundial y todo el planeta alababa sus condiciones, incluyendo a gente como Sir Alex Ferguson: "Nunca había visto a alguien atajar así". Algo para el autoestima...

Pero el romance de "Manu" con el "Azul Real" llegaría a su fin como en la más sórdida de las teleseries. A pesar de tener muchas ofertas para partir, la mejor de todas era... del Bayern Munich. La noticia no se confirmaba y los hinchas del Schalke ya estaban desesperados, llegando incluso a pegarle en la celebación de la Copa de Alemania.

El traspaso se confirmó, Neuer dijo que tenía que ser responsable y pensar en su futuro, pero los seguidores "mineros" no se lo perdonaron, haciéndoselo saber con todo lo que singnifica un muñeco tuyo colgado de un puente. Los del Bayern, en tanto, tampoco estaban demasiado contentos y le dieron un "manual de comportamiento", que incluye no besar el escudo de la camiseta ni acercarse a la tribuna sur, donde se pone la barra brava con lienzos y todo.

Incluso una vez tuvo que soportar que los hinchas del Borussia Dortmund le tiraran plátanos, sólo porque éstos estaban acostumbrados a hacerlo con Oliver Kahn, a quien él reemplazó y que apodaban "hombre mono".

Ya se cumplirá casi un año de su cambio de club, y esas polémicas fueron quedando atrás. Hace unos meses hizo noticia por hacer un llamado a los jugadores homosexuales para que "salieran del clóset" y estuvieran más tranquilos, lo que todos los medios se apuraron en interpretar como una "declaración" más que un acto solidario o de sentido común.

Ayer, eso sí, hizo la noticia más importante de todas. Se paró en un arco del Santiago Bernabéu y le tapó un penal a Cristiano Ronaldo, su talento y su soberbia... con una mano. Sólo para después hacer lo mismo frente a Kaká y luego ser espectador privilegiado del ladrillo que Sergio Ramos botó por sobre el arco.

Hoy, con el Bayern, ya está en la final de la Champions League. Pero debe tener bien guardado el carnet de socio del Schalke 04, el que pidió por favor y con la voz entrecortada que no le quitaran cuando dejó el club.

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