Manuela Marín fue militante de las juventudes comunistas desde muy pequeña. Durante la secundaria fue activista estudiantil y cuando estaba por ingresar a la universidad presenció el que sería su primer acercamiento a la vida insurgente. Represión, detenciones, desplazamientos y el ingreso de cercanos a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, la hicieron asistir por primera vez a un campamento de la guerrilla y así conocer desde dentro la realidad del conflicto armado.

Según cuenta, su principal motivación hacia la lucha es la reivindicación de los derechos de las mujeres y lo que más le llamó la atención de las Farc fue que, desde su origen, aquéllas estaban afrontando la crudeza de la guerra. Justamente desde ahí nace su mayor preocupación con el proceso de negociaciones que se vive actualmente en La Habana. Las guerrilleras, asegura, han ganado derechos y no están dispuestas a perderlos.

En esa línea, afirma que en las Farc no existe la discriminación de género, pues al llegar a las filas de la guerrilla les fueron impuestas las mismas condiciones a hombres y mujeres, por lo que, añade, la organización asumió que mujeres y hombres pueden aportar de la misma manera.

Asimismo, sostiene que, en el escenario de las negociaciones de paz, las mujeres juegan un rol fundamental, por lo que desde la subcomisión de género plantearon una serie de programas para no perder derechos como la salud sexual reproductiva y participar en igualdad de condiciones.

***

Es de conocimiento público que durante las cinco décadas de conflicto armado se cometieron delitos. En ese contexto, Manuela Marín declara que los militantes de las Farc están dispuestos a someterse a juicio. Para ello hace referencia al punto tres de las negociaciones, que establece "el acuerdo de víctimas y jurisdicción especial para la paz, que se creó en función de garantizar que la verdad sea el centro del acuerdo (…) que permita encontrar a los responsables y que sea un punto de encuentro y de reparación para las víctimas".

Señala que con este acuerdo las mujeres serán las más beneficiadas, pues "se conocerá quiénes, de manera sistemática, han utilizado la violencia a la que hemos sido sometidas las mujeres".

Negociaciones de paz

Durante la XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se desarrolla en Cartagena de Indias, el Presidente Juan Manuel Santos se comprometió a lograr la paz para su país tras el triunfo del "no" en el plebiscito del 2 de octubre.

En ese contexto, Manuela Marín señala que están dispuestos a escuchar todas las posiciones, y además manifiesta que "hay muchos puntos que se tergiversaron, con una campaña de mentiras, bastante sucia".

Por lo anterior, la integrante de la delegación de paz en La Habana explica que el proceso a seguir consiste en escuchar a todos los sectores, pero subraya que el acuerdo "ya está listo, ahora hay que ajustarlo para que sea más comprensible y lograr implementarlo".