"Stranger Things es diversión pura. A+. No se la pierdan, Winona Ryder está brillante", decía el mensaje que el escritor de horror Stephen King escribió la noche del domingo en su cuenta de Twitter. Pocas horas antes, Guillermo del Toro, el director mexicano de filmes repletos de fantasía y terror como El laberinto del Fauno y Hellboy, usó la misma red social para afirmar: "Stranger Things tal vez sea muchas cosas: King, Spielberg, los ochenta, algunas cosas mías, pero, sobre todo, ¡es excelente!".
El respaldo de ambos creadores fue un reflejo de la aprobación colectiva que recibió la nueva serie que Netflix estrenó a nivel global el pasado 15 de julio. Mientras en sitios como Internet Movie Database (IMDB.com) el programa recibió una calificación de 9.3 –sobre un máximo de 10-, varios medios especializados coincidieron en que Stranger Things es el show que estaban esperando quienes fueron niños hace 30 años.
La trama, a grandes rasgos, es la siguiente: en 1983, un niño de 12 años llamado Will Byers desaparece en el poblado estadounidense de Hawkins, donde opera un laboratorio de energía controlado por el gobierno y cuyos investigadores realizan misteriosos experimentos. Esa historia es el andamiaje de uno de los homenajes televisivos a la cultura popular ochentera más sólidos y emotivos que se hayan hecho. Para empezar, los tres amigos de Will que salen en su búsqueda –Mike, Dustin y Lucas- parecen sacados directamente de Los Goonies, la clásica película de aventuras de 1985 en la que un grupo de niños intenta hallar un tesoro pirata. Ellos son fanáticos de los juegos de rol al estilo Calabozos y Dragones, sus colecciones de cómics incluyen el número 134 de X-Men –historia que incluye la primera aparición de la poderosa Dark Phoenix y que de cierta forma alude a uno de los personajes de la serie– y saben distinguir a la perfección entre un pasaje de El señor de los anillos y El Hobbit.
Pero eso no es todo: los tres niños caminan por las vías del tren mientras intentan hallar a Will –tal como lo hacían los amigos en Cuenta conmigo, filme de 1986 basado en un cuento de Stephen King–, hacen referencias a Star Wars y conversan con sus padres sobre cintas de terror como Poltergeist (1982). Esas son las referencias más directas, porque si se afina la mirada se pueden encontrar imágenes, posters y sutiles odas a películas disponibles en DVD, Blu-Ray o en el mismo Netflix: Estados alterados (1980), E.T. (1982), Aliens (1986), Encuentros cercanos del tercer tipo (1977), Gremlins (1984) e incluso Weird Science (1985), cinta de culto y en la que dos nerds usan la tecnología para crear a la novia soñada (interpretada por Kelly LeBrock, la famosa "Chica de rojo").
Mención especial merecen las múltiples referencias y escenas que aparecen del clásico del horror La Cosa (1982) de John Carpenter, director que hoy está de gira con su grupo musical y que desde Estados Unidos señaló que todavía no ha podido ver la serie. Pero en Stranger Things no todos son guiños al cine y también hay varios dedicados a la pantalla chica de la época: desde una breve escena de la serie El auto fantástico (1982), protagonizada por David Hasselhoff, hasta la secuencia con la que partía el programa infantil He-Man. Todo eso sin contar que la protagonista es Winona Ryder, que en los 80 se hizo famosa con cintas como Lucas y Beetlejuice.
Los creadores
Los responsables de todo esto son los gemelos Matt y Ross Duffer, quienes producen la serie y escriben y dirigen varios episodios. Ellos nacieron a mediados de los 80 y crecieron viendo las cintas que hoy homenajean en formato VHS. "Cuando éramos niños, lo que conectaba todas estas películas y libros es que realmente sentíamos una conexión con los personajes o de alguna forma veíamos a nuestros padres en esos roles. Era gente común a la que entendíamos y que veíamos todos los días", señaló Ross Duffer a Moviefone.com. El productor aún recuerda, por ejemplo, la primera vez que él y su hermano vieron Los Goonies: "La rebobinamos y la volvimos a ver. Luego de alguna forma se metió en nuestro ADN. Hoy veo esa y otras películas y todavía las amo. No sé qué porcentaje de todo esto es nostalgia, pero creo que una parte importante obedece a que eran filmes muy bien elaborados y libros muy bien escritos".
Este afán por recrear la época de Los Magníficos, GI Joe y Depredador no se quedó sólo en imágenes, sino que también abarcó la música de la serie, con el sonido de los sintetizadores que usaban varios grupos como Devo y filmes ochenteros de terror, por ejemplo La niebla, del mismo John Carpenter. Sus creadores son Kyle Dixon y Michael Stein, integrantes del cuarteto electrónico estadounidense S U R V I V E. "Sabíamos que tendríamos muchas referencias a Spielberg en la serie y pensamos que usar una banda sonora electrónica en lugar de un soundtrack más épico como los de John Williams (Star Wars, Parque Jurásico) nos ayudaría a diferenciarnos y a darle un tono más oscuro al programa", dijo Matt Duffer al sitio IGN.com. Para acentuar aún más el factor nostalgia, Netflix creó en Spotify una lista llamada Stranger Things con las canciones de la época que se escuchan en la serie, como "Should Stay or Should I Go" (The Clash), "Africa" (Toto) y "Heroes" (de David Bowie, pero con una versión cantada por Peter Gabriel).
Mientras tanto, la secuencia con los créditos de la serie destaca por su sencillez –la música más letras rojas sobre un fondo negro- y fue diseñada por la productora Imaginary Forces, que creó el logo de la serie con un tipo de letra llamado ITC Benguiat. Se trata de la misma fuente que se usó en la cubierta de varias ediciones de tapa blanda de Stephen King, además de ocuparse en el texto que estaba al inicio de los antiguos VHS y que advertía que estaba prohibido copiarlos.
La ropa que usan los personajes está neuróticamente elegida y en Twitter varios notaron, por ejemplo, la presencia de camisetas Le Tigre, populares a comienzos de los 80 y que emulaba los diseños de la marca Lacoste. Quizás una de las pocas referencias que no alude a décadas pasadas es el look de Eleven, una niña clave para la trama y que luce rapada. El problema era, explicó Matt Duffer a Variety es que ni las niñas que postularon al papel ni sus padres querían aceptar esa apariencia: "Afortunadamente, el marketing de Mad Max: Furia en el camino estaba en pleno apogeo y le mostramos a Millie (Bobby Brown, la actriz de 12 años que interpreta a Eleven) una foto de Charlize en su papel de Furiosa y le preguntamos si no se veía genial. Le dijimos que se vería como ella y Millie aceptó. Gracias a Dios por Mad Max. La rapamos en 10 minutos y su papá se puso a llorar pero después de una semana su familia ya amaba su apariencia".
Debido al éxito de la serie, que parece haber asegurado una segunda temporada, internet se inundó de guías para detectar todas las referencias de Stranger Things. Incluso, el blog de la librería Barnes & Noble y el sitio de la revista Paste publicaron listas con libros e historietas que aluden a la época y a la serie, como Firestarter, de Stephen King, y el cómic de ciencia ficción Paper Girls, sobre un grupo de niñas que reparten diarios en los 80.
La propia Winona Ryder intentó explicar el fenómeno que ha generado la serie al sitio Inquisitr.com. "Ciertamente posee nostalgia. Tiene a estos niños extraordinarios que son realmente únicos y muy divertidos, así es que la serie tiene humor. También hay conspiraciones del gobierno y elementos sobrenaturales, pero a través de todo eso hay un hilo conductor muy humano, que se basa en la amistad, la familia y la comunidad", explicó.