Una arritmia cardiaca y no un preinfarto fue lo que sufrió el comunero mapuche, Felipe Huenchullán, tras permanecer internado en el Hospital de Victoria al cumplir 73 días de huelga de hambre, mientras que familiares emplazaron al gobierno a hacerse responsables por el desenlace de la situación de salud del mapuche.
Rodrigo Curipán y familiares del paciente habían señalado que el grave estado de Huenchullán le había provocado tres preinfartos, lo que preliminarmente fue desmentido por fuentes de la seremi de Salud y, finalmente, el director regional de Gendarmería, coronel Marcos Fuentes, explicó que "por los antecedentes que manejo, se trató de una arritmia que ya fue controlada y esta persona permanece estable atendida en el Hospital".
Los mapuches, a su vez, dijeron que "será responsabilidad del gobierno y del intendente (Andrés Molina) si algo le sucede al peñi (hermano), porque no pueden decir que con la bajada de algunos huelguistas todo está solucionado, porque todos son personas y merecen vivir".
Al respecto, la autoridad regional no quiso entregar su versión.