En una situación crítica se encuentran los huelguistas mapuches de la cárcel de Angol, quienes se muestran reacios a ceder en sus demandas, y mucho menos a terminar con la medida que los tiene en un delicado estado de salud, luego de cumplir 72 días sin ingerir alimentos.

El vocero de los huelguistas, Rodrigo Curipán, declaró que "por ningún motivo vamos a sumarnos a la mesa de diálogo y tampoco vamos a deponer la huelga de hambre".

Lo anterior, en respuesta al anuncio realizado por el Presidente Sebastián Piñera para establecer una mesa de diálogo en La Araucanía, la cual el portavoz calificó como "señuelo político" en el cual "no estamos dispuestos a caer".

Por otra parte, Curipán sostuvo enfático que "preferimos perder nuestras vidas en dos meses que estar presos 104 años", aludiendo a que están dispuestos a seguir hasta el final sin importar las consecuencias.

Finalmente, el vocero confirmó el informe entregado por la Cruz Roja Internacional, el cual indica que los huelguistas tienen un plazo máximo de dos semanas para terminar con su medida o de lo contrario, su salud podría "caer en un estado irreversible".