Son pasajeros frecuentes, habitués, dos de los músicos que más han tocado en Chile durante los últimos meses. El portorriqueño Marc Anthony y el grupo argentino Los Fabulosos Cadillacs asoman en la agenda del primer trimestre con nuevas presentaciones en suelo chileno y que pretenden confirmar su amplio poder de convocatoria entre la fanaticada local.

El salsero ya suma cuatro visitas desde que debutó en el país en junio de 2008 con tres fechas corridas en el Movistar Arena (30 mil personas en total). Convertido en el fenómeno tropical de esa temporada, el cantautor regresó al Festival de Viña, en febrero de 2009, y días después ofreció otros dos shows individuales en Santiago.

Su retorno se concretó a lo grande: en diciembre pasado cantó junto a su esposa, la actriz y cantante Jennifer Lopez, en la inauguración del hotel del Casino Monticello, en la Sexta Región y ante 7 mil personas. Para esta nueva visita prevista para marzo se piensa en precios populares (los tickets más altos bordearían los 25 mil pesos) y se estima que la plaza más probable sería, una vez más, el Movistar Arena.

Los Cadillacs también parecen de la casa. Los argentinos demoraron en traer su regreso a Chile, pero a estas alturas ya nadie podrá quejarse de no haber tenido la chance de ver en vivo a Vicentico y compañía. La banda, que retomó actividades después de seis años en noviembre de 2008 -y que después de estas últimas fechas entrará en un nuevo receso-, tocó el 14 de septiembre pasado en Coquimbo y el 11 de octubre en el Club Hípico, de Santiago, ante más de 55 mil personas.

Retornaron el 3 de diciembre al Movistar Arena y poco después se confirmó su participación en Viña 2010 para el sábado 27 de febrero, la misma noche que se presentará Beto Cuevas y Los Jaivas (confirmados ayer por la organización junto al humorista Felo).

Lo que viene es lo que único que faltaba: una "gala" que se realizará un día después de su paso por la Quinta Vergara en el capitalino Teatro Caupolicán, escenario que vio algunas de las más vibrantes actuaciones del conjunto durante los 90.  Lo de "gala", sin embargo, es sólo un concepto que intenta vestir de mejor modo la lógica de un recital en un recinto con menos capacidad de público -4.600 personas en ese caso-. Pero la gracia está en que, según los anuncios de los músicos transandinos, éste sería el último concierto del grupo antes de entrar en un nuevo receso, que hasta el momento suma más de 50 fechas y 700 mil personas.