Una visión optimista y mejores expectativas para la economía en lo que viene, delineó el presidente del Banco Central, Mario Marcel, en una entrevista concedida a la edición de abril de la revista institucional de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile.

En ella afirmó que las proyecciones realizadas en el último Ipom de marzo por el ente rector, de un rango de 1% y 2% para 2017, y de 2,25% y 3,25% para 2018, "implican que la economía retomará un mayor ritmo de crecimiento después de dos trimestres muy débiles entre fines de 2016 y comienzos de 2017", asegurando que desde el segundo trimestre y el resto del año, la economía retomará tasas de expansión en ascenso. "A partir del segundo trimestre del 2017 la economía debería ganar dinamismo", sostuvo, añadiendo que "un desempeño más claramente favorable debería verse hacia la última parte del año y 2018".

¿Por qué? Según el economista, una de las razones que harán que la economía crezca más "es una política monetaria más expansiva pero también incidirán una mejora en las condiciones externas y la desaparición de factores idiosincráticos que han retrasado el crecimiento, como la huelga de La Escondida".

En cuanto al retiro de estímulo monetario en Estados Unidos por parte de la Reserva Federal, explicó que dado que Chile es una economía abierta y pequeña, "nos es imposible aislarnos de lo que sucede en el mundo. En ese sentido, lo que suceda con la política monetaria en el mundo importa para nosotros".

Sin embargo, destacó que "el esquema de políticas macro chileno nos permite amortiguar los efectos del escenario externo y manejar con total independencia nuestras políticas", añadiendo que a esta altura el proceso de alza de tasas "no puede sorprender a nadie".

Recuerdos

En la publicación, Marcel recordó su paso por la FEN, sobre la cual detalló haber descubierto su vocación como economista y conoció "grandes maestros que me iniciaron en temas que he seguido hasta el día de hoy". Sin embargo, también conmemoró "un periodo que estuvo muy marcado por la realidad de la dictadura, donde había temor y se corrían riesgos concretos al expresar las ideas", dando cuenta de una disputa ideológica "muy fuerte en torno a la economía" a fines de los 70 y comienzos de los 80.