Recomponer las relaciones laborales asoma como el principal desafío que tiene ahora Minera Escondida, subsidiaria de la australiana BHP Billiton. Esto, luego que finalizara una huelga que duró 44 días y que sólo concluyó una vez que el sindicato hizo uso del artículo 369 del Código del Trabajo, resquicio que les permite prorrogar unilateralmente y por 18 meses, la vigencia del contrato anterior, hito ocurrido ayer.
Así lo señaló ayer Marcelo Castillo, presidente de Minera Escondida, quien subrayó que en este proceso no hubo ningún ganador y que ninguno de los objetivos fueron logrados" por ninguna de las partes.
"Lamentamos que el proceso de negociación colectiva termine de esta manera. Fueron 44 días de huelga y de desgaste innecesario. Entendemos que el artículo 369, está lejos de ser un acuerdo y mucho menos una razón de orgullo, ya que no ganamos ni los trabajadores ni la empresa", indicó el ejecutivo, quien además reiteró que lo ocurrido los obliga a revisar sus planes productivos.
En relación con eventuales despidos, Castillo dijo en entrevista con T13 Radio que eso es parte de las decisiones futuras que la firma debe tomar. "No es el momento de hacer esa evaluación hoy día, tenemos que revisar claramente cuál va a ser nuestra visión de negocio y en ese sentido, en estos 18 meses que nos quedan, reestructurar nuestro plan y ahí definir efectivamente cuales van a ser las medidas que vamos a tomar", complementó.
Quiebra de empresas
Otro aspecto de preocupación de Escondida es el futuro de decenas de empresas contratistas que no pudieron operar durante los días de huelga.
"Yo diría que al instaurar la violencia y los bloqueos en esta huelga, se impidió que estas empresas contratistas que no tenían relación alguna directa con la negociación colectiva se vieran impactadas, fue el gran daño diría yo de este proceso", añadio el presidente de Minera Escondida.