El seleccionado chileno Marcelo Díaz estuvo hoy en el entrenamiento matutino del Celta de Vigo para despedirse de sus compañeros, después de alcanzar un acuerdo con los dirigentes celestes para desvincularse del club. Todo indica que su destino es México: Tigres o Pumas.
El futbolista, al que le quedaban dos años de contrato, ya no participó en la sesión de trabajo a puerta cerrada que la plantilla que dirige Juan Carlos Unzué realizó hoy. Llegó una vez finalizado el entrenamiento para despedirse de sus compañeros, que le ovacionaron en el vestuario.
Pablo Hernández comentó, según destaca La Voz de Galicia, que la despedida "fue un poco dura, pero nuestro compañero se encuentra bien y es lo mejor para él. Le va ir a de la mejor manera". El Tucu agregó que su compañero en la selección chilena está "un poco triste, no se va del todo contento, pero nada más que desearle lo mejor y toda la suerte del mundo".
Marcelo Díaz llegó al Celta en enero de 2016 procedente del Hamburgo para sustituir al argentino Augusto Fernández, traspasado al Atlético de Madrid.
Fue una petición de Eduardo Berizzo, quien lo alineó en 40 partidos de Liga -2.626 minutos- en el año y medio que estuvo en Balaídos, donde no logró tener la regularidad esperada, sobre todo por sus continuas lesiones musculares.