Hasta hace un año, Marcelo Jorquera era un integrante más del plantel de Ñublense, que militaba en la Primera B. De hecho, sus intervenciones en el primer equipo eran esporádicas, y se resignaba que ver cómo otros jugadores tomaban el protagonismo del elenco que, a fines de 2012, logró el retorno a la máxima categoría.
Su rendimiento en el ascenso era bastante intermitente, lo que le impidió afianzarse en el once inicial en la campaña que culminó con el ascenso.
Sin embargo, este año la vida le cambió al joven futbolista. Con el correr de las fechas, la escasez del plantel de Carlos Rojas hizo que el entrenador se decidiera ubicarlo como lateral izquierdo. Y de manera inesperada hasta para los propios hinchas de los "diablos rojos", Jorquera terminó convirtiéndose en una de las grandes revelaciones del reciente Torneo 2013.
"Soy un jugador muy rápido, que pasa constantemente al ataque. Saco muchos centros. Tengo una buena técnica en velocidad", manifestó a La Tercera el propio Jorquera.
En efecto, la mayor característica del jugador es la potencia física. De hecho, su velocidad y su elevada estatura (1,80 metros) provocó estragos en las defensas rivales.
Por ello, en Universidad de Chile pensaron en el futbolista de 18 años (nació el 13 de octubre de 1992) para reemplazar a Eugenio Mena.