Miles de "indignados" israelíes se manifestaron hoy en Tel Aviv pidiendo, en nombre de la justicia social y contra el liberalismo económico del gobierno, la renuncia del primer ministro Benyamin Netanyahu.

Al menos 10.000 manifestantes, según los promotores, que intentan dar un nuevo empuje al movimiento de protesta, mientras la policía se abstuvo de hacer estimaciones. 

Los agentes movilizados para mantener el orden, dijo la radio pública, tenían orden de "tener presente" que sus acciones podrían ser filmadas, en cualquier momento: una referencia a la polémica suscitada por los métodos aparentemente duros con los que la policía arrestó a una joven manifestante, Dafne Leef, en ocasión de las refriegas que estallaron en ocasión de la llamada "noche blanca" tras la manifestación de los "indignados".