París se transformó ayer en la "capital del mundo". El transporte público funcionó de forma gratuita durante todo el día y más de cinco mil efectivos policiales resguardaron la seguridad en las calles, mientras otros tantos vigilaban la ciudad con una vista panorámica desde las azoteas de los edificios. Todo para garantizar la "marcha republicana", convocada por las autoridades en honor a las víctimas de los ataques que dejaron 17 muertos la semana pasada.
Las imágenes de ayer quedarán guardadas como uno de los mayores símbolos de unidad en la historia reciente de Occidente. Pasadas las tres de la tarde, más de 40 líderes de distintas partes del planeta -la mayoría europeos- se tomaron del brazo, formando una especie de escudo humano, y marcharon por el Boulevard Voltaire, mientras a sus espaldas cientos de miles de manifestantes se les unían en el recorrido, enarbolando pancartas con consignas de resistencia, como "empuñen sus bolígrafos", "libertad, igualdad, dibujar, escribir" y la frase que ya se ha convertido en un lema mundial: "Je suis Charlie". Todo, como un masivo repudio al ataque contra el semanario satírico.
Las autoridades parisinas estimaron la concurrencia en 1,5 millones de manifestantes. A su vez, el ministerio del Interior señaló que en todo el país alrededor de 3,5 millones salieron a las calles.
Con un sol radiante en pleno invierno y bajo los cánticos de los manifestantes que entonaban "La Marsellesa", la jornada estuvo marcada por la masividad, pero también por la presencia de los jefes de Estado y gobierno de 40 países. Junto a François Hollande, caminaron Angela Merkel (Alemania), David Cameron (Reino Unido), Mariano Rajoy (España), las más altas autoridades de la Unión Europea y también el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu y el Presidente palestino Mahmoud Abbas (ver foto principal).
"París es hoy la capital del mundo. Todo el país se elevará hacia lo mejor que tiene", declaró poco antes Hollande. "Esta manifestación debe demostrar el poderío y la dignidad del pueblo francés, que va a gritar su amor por la libertad y la tolerancia", dijo.
Las calles de la capital se hicieron chicas. En la Plaza de la República varios se treparon a la Estatua de Marianne, símbolo de la revolución francesa, desde donde agitaban banderas y simbólicos lápices ante una multitud enardecida. Poco antes de la marcha, el diario alemán Hamburger Morgenpos, que había publicado caricaturas de Charlie Hebdo, sufrió un ataque con bombas, pero no registró heridos.