Madrid se convertirá mañana en el epicentro de seis grandes protestas ciudadanas en la que grupos de manifestantes procedentes de todo el país mostrarán su rechazo a las políticas sociales y económicas del gobierno de Mariano Rajoy.
Las llamadas "marchas de la dignidad", seis columnas reivindicativas que avanzan desde hace días hacia la capital española, esperan aglutinar a más de 60.000 personas, según avanzaron hoy los colectivos convocantes.
El movimiento está respaldado por más de 300 asociaciones y sindicatos. La manifestación discurrirá por el centro de la capital española en un marco político, económico y social marcado por la crisis que asola al país desde 2008.
Los manifestantes reclaman servicios públicos de calidad y empleo digno en un momento en el que España tiene una tasa del 26 por ciento de desempleo.
Las protestas y las manifestaciones han sido una constante durante los dos primeros años del mandato de Rajoy, que ganó las elecciones generales en noviembre de 2011 al frente del conservador Partido Popular (PP). Ellas partieron de varios lugares del país entre finales de febrero y principios de marzo.
"Será una manifestación unitaria de todas las expresiones de indignación", dijo Celestino Navarro, uno de los coordinadores de la iniciativa.
"Estamos sufriendo las políticas ejecutadas al dictado de la troika (Fondo Monetario Internacional, Comisión Europea y Banco Central Europeo), consistentes en el robo de derechos y el empobrecimiento generalizado de la mayoría social", según el manifiesto de los convocantes, que subraya que "no ha habido ningún recorte a la hora de inyectar decenas de miles de millones de euros para salvar a los bancos y especuladores".
Al descontento por los recortes en servicios públicos y las medidas económicas -encabezadas por una reforma laboral que abarató el despido- se suma el malestar de los ciudadanos por el rescate a los bancos y por la corrupción en el seno de partidos políticos e instituciones.
A las marchas se han adherido más de un centenar de colectivos, entre ellos los "indignados" y el partido progresista Izquierda Unida.