Cumplió lo que había dicho: la noche del 19 de noviembre, Marco Enríquez-Ominami le entregó su apoyo a Alejandro Guillier y, nueve días después, pidió que Beatriz Sánchez llamara a apoyarlo. Desde ese momento se ha mantenido en silencio, asumiendo que perdió y que no le corresponde un "protagonismo". Pese a eso, además de reafirmar su respaldo a Guillier, hoy critica a quienes en el Frente Amplio y la DC ponen en duda su apoyo al senador.
Durante estos días ha estado en Colombia, Bolivia y Argentina, en medio de actividades relacionadas con proyectos sobre documentales y cátedras en universidades, que también tiene contempladas para México y Francia. Hoy, en tanto, estará en Colina participando de un acto en favor de Guillier, aunque sin la presencia del candidato. Y en los últimos días -según dice- ha estado impulsando conversaciones del PRO con el PC, el PS, el PR, la Izquierda Ciudadana y el partido País. En ese marco, este lunes será panelista en el seminario "Los desafíos del progresismo en el nuevo escenario internacional", organizado por la Fundación Salvador Allende. La actividad -que se realizará a las 10.30 en el ex Congreso- contará con la participación de Josep Borrell, ex líder del Parlamento Europeo, y de la presidenta del PSOE, Cristina Narbona. A ellos, la organización busca sumar a figuras como el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) y el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC).
¿Realmente lo convence Guillier como candidato?
El debate es avanzar o retroceder. Y voy a votar por avanzar y voy a votar por Guillier. Eso lo hice cumpliendo mi palabra como candidato, de que estaría en la casa de la unidad. Y lo cumplí a las 21.00 horas.
¿Pero lo convence él o no?
Me convencí más aún de que lo que está en juego es avanzar o retroceder. Y que el mejor en esta segunda vuelta para avanzar es Guillier.
El 28 de noviembre usted hizo un llamado a Sánchez para que apoyara a Guillier, que había una responsabilidad y que Piñera sería un retroceso. ¿Por qué era tan importante que ella le entregara su apoyo? Más allá del 20% que sacó…
Valoro mucho que Beatriz haya escuchado el mensaje que dimos nosotros de que no se equivocara, de que no es verdad que porque uno diga que no es dueño de los votos, uno es libre. No, uno es responsable. Y la elección no ha terminado, termina el 17 de diciembre. Lo que han hecho algunos otros, que depende de cuántas ideas mías aprueban yo decido, eso es un error… A mí me pareció importante dar señales de mucha comprensión del mensaje que te da el pueblo. Aquí, varios perdimos. Perdió Beatriz también, por si acaso. Asumo que uno tiene su responsabilidad, ganando o perdiendo. Y cuando uno pierde, uno no pone condiciones. Entonces, lo que veo es que algunos creen que ganaron.
En ese sentido, ¿cómo evalúa la actitud de algunos dirigentes del Frente Amplio?
Es un profundo error, cuando uno pierde, poner condiciones. Estamos hablando de una elección presidencial, no la parlamentaria. Ya el 18 de diciembre los parlamentarios podrán poner sus condiciones. Hoy no están en condiciones de empezar a tensionar a un candidato que ganó, y que ganó, además, no por un gran margen. Guillier necesita mucho apoyo. Valoro la actitud de Guillier. Sé que mientras respondo esto, en tu cabeza rondan todas las diferencias que yo expresé, ¿no es cierto? Suena fuerte escucharme.
Sí. Usted, incluso, planteó la importancia de la unidad de la centroizquierda, pero no se ve cómo contribuyó a eso, considerando sus ataques a Guillier en los debates…
Ningún ataque. Yo el único ataque que conozco es el de un diputado que me amenazó por Facebook para que me patearan la cabeza y que me trataran de pegar un balazo. De eso sí me acuerdo. Eso es un ataque. Lo otro son diferencias políticas. Y con mucho respeto, no te vi llamándome ese día y preguntándome qué opinaba yo de los ataques de un diputado radical que ofrecía que me metieran balas. Eso es un ataque.
Ud. alude a Fernando Meza, a quien presentó en un debate como "asesor de Guillier". Él nunca fue asesor de él ni de su comando…
Falso. En abril era parte del comando, pero da lo mismo. Vamos al fondo: las diferencias. Voy a poner por delante lo que me une. Lo que me desune ya es público. Hubo tres meses para marcar diferencias, y las marqué. Hoy voy a poner por delante lo que me une.
Usted le dijo a Sánchez que no cometiera el mismo error que usted cometió en 2009, cuando Frei pasó a segunda vuelta con Piñera…
He reconocido que el momento, el cuándo y el cómo, no estuvo bien. Piñera ganó por sus méritos el 2009 y por los errores de la Concertación. Ganó por eso. Sabemos todos que ninguna encuesta daba por ganador a Frei. Mi responsabilidad con el 20% de los votos era estar frente a las puertas de la historia más puntual, más claro. No fui puntual, no estuve claro. Y ahora otro liderazgo y otra fuerza tiene el 20%. Con menos votos que nosotros, pero tiene el mismo 20%. Simbólico, ¿no es cierto? Yo creo que cometieron el error de no ser puntuales y de confundir libertad de acción con llamado a votar con responsabilidad. Los votos son responsabilidad de ellos. Yo llamé a la gente a votar por mí. Bueno, cómo se puede ser tan egoísta de llamar a votar por ti y no estar dispuesto a llamar a votar por otro.
¿Hay una irresponsabilidad ahí?
Hay un narcisismo en esta idea de mirarse en el espejo y encontrarse lindo, y no soportarse de lo lindo que es que prefiere que se apaguen… Ese es un mito griego, pero ocupemos una metáfora más simple: de verse en televisión, y cuando uno ya no está en televisión decir que se acabó la fiesta. ¡No! Todavía hay miles de campamentos y miles de personas que dependen de la elección del 17 de diciembre. No se trata de Beatriz ni de mí, se trata de los chilenos. Si fuiste candidato con una regla que decía "primera y segunda vuelta", y no pasaste, todos los dirigentes del Frente Amplio, todo el equipo de Beatriz, Beatriz misma, mi equipo, mi partido y mi fundación, tienen que estar. Nadie puede restarse. Aspiro a que Beatriz Sánchez encabece y sea la líder de la oposición al día siguiente, el 18 de diciembre.
¿Y usted no?
Yo voy a trabajar en otro momento. No es mi momento. Escuché el mensaje. Estoy desbordado de invitaciones, con dos documentales, conferencias, tengo mucho, mucho trabajo. Lo importante es que Beatriz encabece la oposición.
¿La oposición a quién? ¿Se pone en el escenario de que gane Piñera?
Si gana Piñera, espero que encabece la oposición. Y si gana Guillier, supongo -ya que votará por él- que apoyará al gobierno de Guillier.
¿Cree que el apoyo que ella anunció a Guillier la condiciona para un eventual gobierno suyo? Esto, considerando que los dirigentes del Frente Amplio han dicho que se van a plantear como oposición…
Siempre los radicales se cargan a los moderados, pero para gobernar Chile se necesita también mucha prudencia. Los países son sociedades en movimiento, difíciles de gobernar. En esta segunda vuelta las identidades fueron marcadas, y ganaron dos identidades: la de Piñera y Guillier. Dos visiones de sociedad ganaron. No ganó Beatriz. No gané yo. Está Piñera en frente. Y yo apoyo sin letra chica a Guillier, que encarna el avance, no el retroceso. Hay que votar por Guillier, y se equivoca una parte de las fuerzas políticas de la DC y el Frente Amplio que actúan con inmadurez y cálculo. Ya están pensando en marzo, pero se les olvida que como ellos no viven en campamentos, hay gente que depende de que los campamentos disminuyan, hay gente que depende de la gratuidad, hay gente cuya esperanza está puesta en que un gobierno aumente el gasto social o lo disminuya. Algunos de posturas radicales por ahí se equivocan y tratan de hacer de esta segunda vuelta otro momento de protagonismo para ellos. De repente, uno tiene que aprender que ya no es tu momento si no fuiste elegido. Quiero decir que esta es la única entrevista que he dado, porque me parece que no es mi momento.
Usted obtuvo 20% en 2009, y bajó a 5% en esta elección. ¿Cómo puede Sánchez cuidar el 20% que ella obtuvo ahora y proyectarse?
Beatriz nunca ha sido sometida a la demolición de imagen que me hicieron a mí, una demolición nunca antes vista en 27 años.
¿Una demolición de imagen injusta?
Totalmente, pero da lo mismo. Asumo mi derrota. La responsabilidad es completa y entera mía… Vi la cifra. No es un buen resultado. Asumo mi derrota y la responsabilidad, pero es la mejor campaña que he hecho en mi vida.
¿La mejor?
Sí, la mejor, programática, era la más propositiva en redes sociales, la más dinámica, la más innovadora, refrescante.
No se tradujo en resultados…
Bueno, y probablemente en 2009 fue una mala campaña y tuve el 20%.
¿Qué hizo mal ahora para llegar a un 5%? ¿Cuál es la autocrítica?
Creo que cuando empezó la campaña de demolición de imagen de Piñera conmigo en 2015 siempre supuse que eso iba a quedar en evidencia, y no quedó en evidencia. Amigos míos se creyeron las cosas.
¿Y el caso SQM y el caso sobre el uso del jet no le pasaron la cuenta?
Sí, claro, totalmente.
¿Cree que perdió credibilidad por esos casos?
No tengo ninguna duda, si fue un intento de demolición de imagen que tuvo éxito. Si imagínate que había encuestas que me daban 0% un mes antes de la elección. O sea, subimos seis puntos en un mes. Pero eso sería una respuesta, a mi juicio, al estilo de lo que yo estoy criticando. No. Beatriz me ganó, yo no gané, ella sacó mucha mejor votación. Mis respetos y felicitaciones. Ahora, cada uno asume su responsabilidad. Yo con el 20%, con Frei Ruiz-Tagle, no gané y caí en la trampa de creer que en la segunda vuelta, con mi 20%, yo era protagonista. Yo no era dueño del 20%, pero era responsable. Y no llamé a votar rápidamente por Frei. Lo hice tarde y mal. Las cosas hay que hacerlas bien. Mire lo que le pasó a Beatriz que terminó, después de una telenovela enorme, anunciando que vota por Guillier. ¿No hubiera sido más fácil decir el día uno "voto por Guillier"? Pasaron diez días en que Piñera sacó ventaja de eso.
Usted habla de una campaña de Piñera en su contra, pero en el oficialismo también se cuestionó mucho lo que usted hizo con Guillier. Más allá del episodio de Fernando Meza, en un debate usted vinculó a Guillier con el narcotráfico, pero de una manera ambigua…
Eso es falso. Es falso lo que dices. Segundo, ¿no escuchaste lo que se dijo de mí en los debates? Da lo mismo, eso es parte del pasado. Es exactamente al revés: al candidato que más atacaron fue a mí. No voy a caer en la trampa de revivir mis diferencias con Guillier. Fue una campaña dura por ambas partes.
¿No se arrepiente de la actitud que tuvo con Guillier?
Pero si ya pasó. Fue una campaña en la que marcamos las diferencias. Yo acepté críticas muy duras hacia mí y mi familia, que me dolieron mucho, pero no importa. Que el oficialismo haya dicho que yo fui muy duro, perdón. Hay una cosa que se llama YouTube. ¿Quién es el que dijo que yo fui muy duro? Para poder responderle a él.
Al menos el entonces jefe de campaña de Guillier, Osvaldo Correa, y varios dirigentes del comando pidieron públicamente que "Marco Enríquez-Ominami deje los ataques a Guillier" y que trabajara por la unidad…
Ya. A Osvaldo Correa le respondo que se meta a YouTube, no sé si lo conoce, que disfrute YouTube y que vea quién atacó más a quién.
Eso es como la teoría del empate…
No, si yo creo que la campaña fue dura, pero no hubo ataques. Hubo diferencias políticas expresadas súper sanamente.
Esta fue su tercera campaña presidencial. ¿Habrá una cuarta?
Estamos a diez días de la segunda vuelta. Es completamente imprudente de parte mía responder esa pregunta. Por ahora, por ahora, por ahora no es mi momento. Escuché el mensaje. Es el momento de otros.
Tampoco está descartando, en este momento, una nueva carrera presidencial…
No es mi momento, ni pienso en eso. Tengo ahora tres documentales, uno que terminar y dos que dirigir. Tengo ofertas de canales europeos… Tengo ofertas de tres universidades para que haga clases una vez al mes fuera de Chile, en México y Argentina. Tengo una agenda muy ocupada. Y tengo planes empresariales que voy a retomar y que había congelado.
Si Guillier gana, ¿le interesaría un ministerio u otro cargo en su gobierno?
Jamás respondería una pregunta así diez días antes de la elección. Lo importante es que gane Guillier. Responder eso es desperdiciar una letra del diario más leído de Chile para llamar a votar por Guillier. Es clave que él gane.