Este 2016 se registró mayor cantidad de marejadas de los últimos 10 años en el país, según las estadísticas del Centro Meteorológico de Valparaíso de la Armada. Si 2015 cerró con 45 eventos, este año las alertas constatadas ya suman 56.

El promedio de marejadas en el mismo periodo es de 32 al año, número que viene alza desde 2014.

El teniente Felipe Rifo, jefe del Centro Meteorológico, dice que durante el verano aumentaron las marejadas de la componente norte, influenciados por el fenómeno de El Niño.

"En el hemisferio norte los sistemas frontales fueron muy intensos generando fuertes vientos y olas con mucha altura que navegaron miles de kilómetros para impactar con mucha fuerza el litoral central y norte del país", dice Rifo.

Para este verano desde la Armada esperan que se mantengan las marejadas, "pero en menor cantidad y con menor intensidad, debido a que nos encontramos en una fase neutra del fenómeno del niño", agrega el oficial.

Origen del evento

Víctor Aguilera, doctor en Oceanografía del Instituto de Ciencias Naturales de la U. de Antofagasta, explica las marejadas corresponden a una perturbación de la superficie del océano producto de la interacción con el viento, pero que su origen no está en el evento de El Niño que aparece cada tres o cuatro años.

"El aumento o disminución de las marejadas no tiene que ver con el evento de El Niño", dice.

El académico señala que las marejadas no se producen en la costa, sino que principalmente en los polos desde donde viajan miles de kilómetros a través de los océanos.

En los polos es donde se presentan vientos de alta intensidad que generan olas de mayor tamaño y frecuencia.

¿Por qué se está produciendo este tipo de vientos que producen marejadas? Según Aguilera, es por las anomalías que se generan en el contexto del cambio climático, donde una de las consecuencias es el alza de temperatura que provoca una diferencia térmica entre el Ecuador y los polos.

Al existir más calor, aumenta el movimiento de los fluidos que lo transportan, es decir,la atmósfera (los vientos) y las corrientes (el océano).

En el hemisferio sur el calentamiento global genera estas marejadas, mientras que en el hemisferio norte se expresa con el alza de otros fenómenos como tornados, ciclones, y tormentas catastróficas.

"La tasa de incremento es muy parecido a lo que nosotros tenemos con las marejadas", dice Aguilera, quien agrega que es complejo decir lo que pasará en 2017.

Sin embargo, dice que este tipo de fenómenos aumentarán, no disminuirán, porque el principal motor del aumento de la temperatura del planeta son las emisiones de dióxido de carbono, cuyos principales emisores son China y EE.UU.

"Vamos a vivir con marejadas intensas y frecuentes en el futuro", plantea.

Adaptarse al fenómeno

El investigador Rubén Escribano, del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), coincide con Aguilera y dice que más del 60% de los eventos inusuales que han ocurrido en el mundo han sido resultado del cambio climático. Entre éstos figuran inundaciones, sequías, tornados inusuales y tormentas que ocurren en el océano.

"Hay mucha que no cree en el calentamiento global, sin embargo, el análisis de los fenómenos que han ocurrido se ha logrado demostrar que están asociados a él", dice Escribano.

A su juicio, las marejadas permanecerán en el tiempo y habrá que adaptarse a ellas, ya que producen un daño evidente en el borde costero chileno. Uno de los desastres mayores ocurrió el 8 de agosto de 2015, entre las regiones de Coquimbo y Biobío.

"Tenemos un sistema de alerta de olas de gran altura para saber a qué hora, cuándo y con qué intensidad van a llegar a la costa chilena", explica escribano.

Donde se debe poner el énfasis, dice, es en la adaptación del borde costero, con muros de contención y áreas de resguardo, donde el mar libere su energía.