Está en la pantalla chica como Leonor Encina en Martín Rivas y en la pantalla grande descolla como una chica pasada de copas en La vida de los peces. Ahora María Gracia Omegna (25) sumará otra faceta para completar su año redondo: una nueva adaptación para el teatro de Las tres hermanas, el clásico de Anton Chéjov, junto a ex compañeros de la escuela de teatro de la Universidad Finis Terrae, donde estudió.

Los ensayos del montaje partirán a fines de julio, aunque el estreno está presupuestado para marzo del próximo año. "Estamos trabajando en lo teórico y los ensayos los vamos a empezar después, pero obviamente que ahora que voy a tener tiempo libre, voy a poder concentrarme más", dice la actriz, que termina las grabaciones de Martín Rivas el 23 de julio. Después de eso, quedará libre. "La obra la haremos con unos amigos míos de la escuela de teatro y que ninguno supera los 27 años; nunca habíamos hecho algo juntos y ahora  nos animamos", reconoce.

Pero hay más. Durante sus vacaciones de la TV -tiene contrato por tres años con el canal estatal- retomará proyectos vinculados a Teatro Familia, la compañía que fundó con algunos compañeros de estudios. Con ellos tiene planeado reestrenar el montaje La virgen de hierro -que cuenta la historia de una condesa húngara del Siglo XVII que mató a 610 doncellas- y conseguir una sala para estrenar La santa difunta.

Esta temporada ha sido particular para la actriz. Su debut en televisión, en un rol protagónico, vino junto a una explosión mediática y también al rótulo de "promesa". Y más que eso: el canal ya la confirmó como protagonista de la teleserie vespertina de marzo de 2011, que escribirá Pablo Illanes. "Es raro, en verdad todavía no lo asimilo mucho, me da hasta vergüenza pensarlo. Digo: ¿Por qué yo, que era un piojo en la escuela que nadie pescaba? Pero si ellos (TVN) creen en mí, dale!", resume riendo. "Estoy muy agradecida de que en el canal crean que puedo llevar un protagónico, pero no va con mis objetivos de vida ser protagonista toda mi vida. Aunque creo que era necesario un recambio, porque llevaban mucho tiempo los mismos protagonistas de siempre. Eso sí, sigo creyendo que los secundarios, en general, son grandes personajes y me entusiasman", advierte.