Otra vez María José Moya vuelve a hacer historia en el patín carrera nacional. Demostrando que lo hecho hace dos años en Italia no fue azar, la velocista chilena se consagró campeona del mundo en los 200 metros contrarreloj en circuito del mundial de la disciplina en Rosario.
Pepita pudo lograr lo que en Europa le había sido esquivo. A diferencia de lo que pasó en 2012, Moya ganó en la pista y no luego de que la entonces campeona del mundo, la argentina Victoria Rodríguez, perdiera el oro por dopaje.
"Estoy muy feliz con el logro. Es distinto a la primera vez, pero tiene el mismo significado. Abrí mi año de competencias ganando en la misma distancia y eso premia el esfuerzo", comentó Moya.
Pese a clasificar con el quinto mejor tiempo a la final de la categoría, Moya pudo presentar una gran carrera y llevarse el oro con un tiempo de 18"542, superando a la colombiana Jercy Puello y a la ecuatoriana Ingrid Factos.
De esta forma, la patinadora superó con creces lo logrado en la edición del año pasado en Bélgica, cuando se quedó con el bronce. Además, superó a Puello, que defendía la corona y que posee el récord mundial de la categoría.
Esta es la sexta medalla de Moya en mundiales desde 2010 y la cuarta que consigue en la distancia. Además de la victoria de 2012 y del bronce de 2013, había sido tercera en Colombia 2010. No sólo eso, pues Pepita suma dos platas en los 300 metros contrarreloj en pista en Bélgica y en los 500 velocidad de Corea del Sur en 2011.
La próxima meta de Moya es capturar uno de los cupos país del patín carrera a Toronto 2015 en febrero. "Es ahora mi principal meta", aseguró.