La última actualización del listado de suspendidos de la Comisión Nacional Antidopaje entregó varias sorpresas. Entre ellas, el dopaje de María José Barrios, la primera surfista en dar positivo en Chile. La sustancia que se le encontró a la deportista de 27 años fue Carboxi-Tetrahidrocanabinol. Es decir, marihuana. Ésta es su historia.
Todo empezó en febrero en un Nacional de Surf, donde ella participó y obtuvo el cuarto lugar. Ahí se llevó a cabo un control antidopaje, que terminó desvelando la situación. "Cuando fui a competir a La Serena, quedé en la final después de pasar varias etapas y me dicen que van a hacer doping. Me puse nerviosa e inconscientemente empecé a bajar mi rendimiento para que no me fuera tan bien en la final. Pero lo que no sabía era que a todas las finalistas les hacían el control", recuerda.
Pero el origen de este caso deja al descubierto una cruda historia personal, que ella misma se encarga de relatar: "Sufrí varios episodios de depresión, porque mi papá tiene cáncer colorrectal. Iba en la Universidad del Mar, que me estafó en 2013. Entonces, hartas cosas hicieron que cayera en depresión. Terminé yendo en 2016 al psiquiatra, quien me dio varios remedios que me hacían sentir el efecto de estar volada. Estuve un año así, siempre estaba deprimida y no pensaba mucho. Pero para el deporte estos remedios no me ayudaban, porque me sentía muy lenta".
Los efectos no estaban resultando y la surfista, que estuvo entre las cinco mejores del país y que incluso representó a Chile en el Mundial de Nicaragua en 2015, tomó una radical decisión: "Pasado el año, me di cuenta de que no me estaban haciendo bien los medicamentos y los corté. Ahí no consumía marihuana, porque con los remedios era mucho. Aunque igual consumo marihuana desde los 20 años".
"Cuando dejé los remedios, el psiquiatra me dijo que iba a ser mucho el impacto. Entonces, me dijo que me tomara media pastilla o que tomara unas gotitas de tintura madre de cannabis, que no me las podía dar con certificado médico, pero me las recomendó. Y ahí estuve tomándolas cinco meses y también fumando marihuana. Para La Serena llevaba las gotitas en el cuerpo, pero no había fumado para el campeonato. Igual la cuestión se queda en mi cuerpo harto tiempo. No pude refutarlo, porque estaba ahí. Pero no es por un tema lúdico, sino que de salud mental", explica.
La oriunda de Quintero cuenta que hace dos semanas fue citada por la Comisión Nacional de Control de Dopaje para que hiciera sus descargos. Sin embargo, suspendieron la audiencia: "Ahora estoy esperando que me llegue otro mail para ir a Santiago y dar la cara, porque eso también es parte de un buen portar y porque quiero demostrar que estoy comprometida y que me interesa el tema. Además, sería distinto que hubiera sido por una sustancia que me activara y me diera energía. Eso sí que sería hacer trampa. Y en este caso es al revés, me perjudica deportivamente, porque uno está más relajado. Pero bueno, está penado y está bien".
La estudiante de fonoaudiología de la Universidad de Playa Ancha espera que su caso sea comprendido. "Dios quiera que no me dejen sin competir por mucho tiempo, porque a mí me gusta competir y me sube harto el nivel", señala.
Dice que su estado depresivo está mucho más controlado, aunque la pena sigue estando pues su padre permanece en estado crítico. "Lo he estado asimilando, son etapas de la vida", afirma, mientras distribuye su tiempo en hacer su práctica y terminar la tesis".