El vuelo del Boeing 777 de la aerolínea Air France contratado expresamente para la repatriación de los marinos de la fragata argentina Libertad, tiene un retraso de tres horas por lo que se espera que llegue a suelo trasandino pasada la medianoche. Así lo consigna en su sitio web el diario ámbito financiero.

"El vuelo AF4140 debía llegar a las 20.45 a Buenos Aires, pero está al menos tres horas demorados por lo que recién se estima que arribará a las 00.21, según lo informa la página de la compañía", consigna el medio.

Aunque el gobierno argentino había anunciado esta semana que sería repatriados 281 marinos, sólo subieron a ese avión 279 porque dos tripulantes chilenos de la fragata -buque escuela de la Armada argentina- salieron antes que el resto, debido a que uno de ellos se lesionó un codo mientras practicaba deporte fuera del barco.

Unos 40 marinos de guerra se quedan a bordo para ocuparse del mantenimiento  del buque en el puerto de Tema, en las afueras de Accra, mientras que Buenos  Aires prosigue con una batalla diplomática y legal en contra de los tenedores  de bonos que retuvieron la nave.

Efectivos navales, de seguridad portuaria y de la policía de Ghana restringieron el acceso al puerto el miércoles con fuertes medidas de seguridad  y patrullas en la zona donde está amarrado el barco, constató la agencia Afp.

Durante su inesperada estadía en la costa occidental africana, los marinos salieron de compras, corrieron por la playa y jugaron al fútbol, pero hoy su principal tarea fue preparar el equipaje, el cual cargaron desde el buque hasta una docena de  buses que esperaban para partir hacia el aeropuerto.

La mayor parte de los tripulantes evacuados son argentinos, pero en el  grupo también hay efectivos de Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay y Venezuela. En  los últimos días, varios han declarado estar ansiosos por volver a casa.

Buenos Aires se vio obligado a organizar la repatriación después de que un tribunal de Accra aceptare una demanda del fondo especulativo NML Capital, con  sede en las Islas Caimán, que reclama más de 370 millones de dólares a Buenos  Aires por el "default" de su deuda en 2001.

NML, una filial de Elliott Capital Management de Nueva York, compró bonos de Argentina con descuento cuando la economía del país estaba en caída libre en  el año 2000. Buenos Aires entró luego en "default". Argentina ha reprogramado y refinanciado parte de su deuda, pero los bonos  en poder de los fondos especulativos se encuentran entre los asuntos sin  resolver.

Según un abogado de NML, la fragata Libertad podría quedar liberada "mañana" si Argentina paga una fianza de 20 millones de dólares. Argentina sin  embargo, no parece estar dispuesta a pagar o negociar con una empresa que  considera un "fondo buitre".

El ministro de Exteriores argentino, Héctor Timerman, llamó el lunes al  Consejo de Seguridad de la ONU a liberar la fragata, apelando directamente al  secretario general del organismo, Ban Ki-moon.

El presidente en ejercicio del Consejo de Seguridad, el guatemalteco Gert  Rosenthal, dijo sin embargo que el Consejo, formado por 15 miembros, no  intervendrá dado que la disputa "no es exactamente un amenaza para la paz mundial".

Ban expresó su "esperanza de que ambos gobiernos encuentren la manera de  atender el tema bilateralmente, en acuerdo con el derecho internacional,  incluyendo la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, de la  cual tanto Argentina como Ghana son parte".

CONTROVERSIA INTERNA
La detención del buque, que forma parte de la flota naval de Argentina  desde 1963, generó una gran controversia en Buenos Aires.

La jefa de la unidad de inteligencia militar estratégica, Lourdes Puente  Olivera, presentó su dimisión por el incidente.

Su partida siguió a la del comandante de la Marina argentina, el almirante  Carlos Alberto Paz. El gobierno de Cristina>Fernández también sancionó a dos  altos oficiales de la Marina por la decisión de que la fragata hiciera escala  en el puerto de Tema, en el este de Ghana.