Ya conformada la lista que pretende dirigir RN por los próximos dos años, el secretario general y aspirante a la reelección, Mario Desbordes, analiza las definiciones que deberá tomar el partido. Valora que se haya evitado una competencia interna mayor, hecho que se materializó con la inclusión del ex timonel Carlos Larraín en la lista del actual presidente, Cristián Monckeberg.
¿Cómo se negoció la lista de consenso que terminó por integrar a Carlos Larraín?
Surgió el interés de algunos senadores por motivar a Carlos Larraín a ser presidente del partido. Conversé con él: quiere ayudar y estuvo dispuesto a integrar una nueva mesa con Cristián Monckeberg y eso lo valoro muchísimo. Tenemos que traer a todas nuestras figuras, hoy no nos sobra nadie. Pero yo no llamaría a esta directiva de consenso, porque existieron varios otros interesados en levantar listas y no se conversó.
¿Qué motiva a Larraín a volver a la política activa?
Hay una sensación de que Chile está pasando por un mal momento y eso motiva a que la gente quiera salir de una posición cómoda y volver a la primera línea. Hay mucha gente, grandes columnistas y opinólogos de fuste, que hacen permanente crítica a la derecha, pero no son capaces ni de ser apoderados de mesa. Esa gente, que tiene una facilidad enorme para pontificar, no participa de nada. Su gran esfuerzo es sentarse en un computador con un whisky a hacer una columna. Por eso valoro que Carlos quiera volver.
¿Influyó el senador Andrés Allamand en el retorno de Larraín?
Yo no tengo mucho contacto con Allamand, así que no podría descartarlo ni asegurarlo, pero don Carlos me ha dicho que no. En todo caso, si tuvo algo que ver o no, me parece irrelevante.
Una de las condiciones para formar la lista de consenso fue justamente no incluir a dirigentes cercanos al senador...
No hubo veto a nadie en particular. Yo lo pondría al revés: lo que hicimos fue buscar personas con las que nos vamos a sentir cómodos.
Carlos Larraín le ofreció formar una mesa que le compitiera a Monckeberg, oferta que usted desechó. Considerando la cercanía que usted tiene con el ex timonel, ¿por qué tomó esa definición?
Me parecía un error fracturar el partido y generar una competencia que se viera muy bonita desde fuera y en los medios, pero en la que se corría el riesgo de generar divisiones absolutamente irresponsables.
¿Qué le ofreció?
Esas son conversaciones ya pasadas. He manifestado desde el día uno que me interesaría, no sé si más adelante, dirigir RN. Pero en primer lugar estaba pensando en apoyar a Cristián si pensaba repostular, porque creo que se ha hecho un gran trabajo.
¿El liderazgo de Monckeberg y el de usted mismo se podrían ver opacados por Larraín?
El tiene claro el rol que debe cumplir en esta mesa y ha sido muy prudente. Ha sido invitado a todos los programas de radio y televisión, pero él ha rechazado todas las invitaciones. Sabe que su participación es importante, pero el que conduce este proceso es Cristián.
¿Cuál es el rol que viene a cumplir entonces?
A colaborar.
¿Su interés no será bloquear una proclamación de Sebastián Piñera, considerando las diferencias que tuvieron en el pasado?
Para nada. El tiene muy claro que lo importante es ofrecer una alternativa de gobierno y que eso se concrete con un triunfo en la presidencial. Es el principal promotor en el sector de que elijamos bien al candidato. Yo no veo a un Carlos Larraín anti Piñera como algunos han pretendido. Lo que él busca es que el sector gane.
¿Cómo se va a definir al candidato presidencial de RN?
El consejo general va a definir a el o los candidatos que nos representarán en la primaria de Chile Vamos. Hoy tenemos dos postulantes de RN: Alberto Espina y Francisco Chahuán. Ambos son atractivos para parte de RN. Hay que ver qué pasa con Espina, que aún no ha ingresado su candidatura. Hasta el momento, el único candidato inscrito es Chahuán. Pero para nadie es un misterio que el senador Ossandón tiene apoyo importante en el partido, y el ex Presidente Piñera lo mismo.
En RN se dice que la opción estaría más bien entre Piñera y Ossandón.
Las candidaturas de Alberto y Francisco son muy legítimas, pero el partido decidirá. El consejo general es autónomo y puede pasar cualquier cosa; RN perfectamente podría proclamar a Piñera y Ossandón juntos, o inclinarse por darle el respaldo a uno de nuestros militantes. Lo único que le puedo pedir al consejo es que se tomen decisiones pensando en fortalecer al partido y no en dividirlo. Lo peor que nos puede pasar en este minuto es fracturar RN, cuando somos el partido más grande.