Mario Draghi dijo que no se quedará de brazos cruzados a esperar que el estímulo llegue a la economía.
El presidente del Banco Central Europeo señaló que un programa de compra de activos proyectado muestra que las autoridades manejarán las dimensiones del balance de la institución para evitar la deflación. En declaraciones esta semana en Bruselas, subrayó la necesidad de que ese enfoque reactive la economía de las 18 naciones.
El BCE está pasando a un "manejo más activo y controlado de nuestro balance", declaró Draghi en su testimonio trimestral ante los legisladores europeos. "Es probable que un desempleo inaceptablemente alto y un crecimiento del crédito continuadamente débil frenen la fuerza de la recuperación. Los riesgos de la expansión prevista claramente son a la baja", agregó.
Aun después de rebajar los costos de endeudamiento de los bancos a mínimos récord y ofrecer préstamos a largo plazo, Draghi tiene dificultades para convencerlos de tomar más efectivo del BCE para financiar los préstamos a la economía real. A diferencia de otros grandes bancos centrales, el activo del BCE se contrajo en un tercio desde 2012.
Los funcionarios "están decididos a recuperar el control", dijo Richard Barwell, economista sénior de Royal Bank of Scotland Group Plc en Londres. "Draghi parece convencido de los argumentos a favor de un gran programa de compra. Creo que está un poco menos preocupado por las preguntas de qué comprarán y si lo llamarán flexibilización cuantitativa o flexibilización del crédito; está más atento a cuánto comprarán", añadió.
CRECIMIENTO ESTANCADO
El crecimiento económico en la zona euro se detuvo en el segundo trimestre y Draghi dijo ayer que los indicadores recientes no han dado señales de que la "marcada caída" de la actividad económica en la región se ha detenido.
Actualmente el BCE tiene la política de satisfacer todas las demandas de liquidez de los bancos, lo que significa que las instituciones de préstamo deciden cuánto efectivo del banco central van a tomar. Draghi reiteró este lunes que se propone expandir el balance a los niveles que se vieron a comienzos de 2012, indicando que habrá un agregado de 1 billón de euros (US$1,3 billón) en activos.
La oferta de préstamos a cuatro años de la semana pasada mostró lo difícil que esto puede ser, dado que los bancos pidieron una suma inferior a la calculada que ascendió a 82.600 millones de euros. Draghi dijo este lunes que la toma de préstamos estuvo dentro de las expectativas del BCE y que el éxito del programa sólo podrá medirse después de la próxima oferta de diciembre.
Una forma más proactiva de inyectar fondos sería el programa de comprar títulos valores respaldados por activos y bonos cubiertos, cuyos detalles se darán a conocer el mes que viene, de acuerdo con lo programado. El presidente del BCE hasta ahora dejó abierta la opción de compras de bonos soberanos a gran escala, o flexibilización cuantitativa.