¿Qué sensación le dejó la encuesta CEP?
Los datos muestran que nadie va a ganar con mayoría absoluta el 19 de noviembre, esa es la primera conclusión. De ahí para adelante todo es relativo, porque con la fragmentación que hay de ocho candidaturas, la disminución de propuestas para la segunda vuelta trae consigo muchas incógnitas.
Sí queda patente la consolidación de Sebastián Piñera como principal favorito.
Claro, no hay duda, si él está en el primer lugar. Ahora, yo me quedaría con que habrá segunda vuelta y que esta es incierta.
En las últimas semanas, el gobierno ha salido a resaltar su "legado". Esa obra, eso sí, no provoca un impacto positivo en la aprobación de las cartas oficialistas.
Más allá del ejemplo nuestro, porque es difícil hablar de uno mismo, tampoco se da una correlación hacia atrás entre el rendimiento o el desempeño, según las encuestas, con la popularidad de quienes apoyan ese gobierno en la elección siguiente. En 2009, la Concertación de entonces perdió la elección siguiente y con el ex presidente Piñera ocurrió algo parecido en 2013.
En esos casos se evidenció una fuerte división oficialista. Y hoy eso se repite...
Es que las divisiones parecen ser una característica de la fragmentación del sistema político chileno y esta característica se va ahondando. De hecho, la apreciación de cuál será la mayoría del gobierno que venga es bien compleja. Parece ser que ninguna de las alternativas ofrece para el gobierno que venga una mayoría sólida en el Parlamento. Ahora, desde el punto de vista nuestro como gobierno, estoy seguro, seguro de que este gobierno dejará una huella positiva muy profunda en la historia del país. No solo en el campo de la educación, que es algo obvio, sino también en el campo de las libertades en general y en la inserción de Chile en el mundo.
¿Pero qué autocrítica hace el gobierno al hecho de tener a una coalición oficialista con dos candidaturas presidenciales y dos listas parlamentarias?.
Los gobiernos tienen límites en el ámbito político partidista y esto no es algo antojadizo; en cualquier sistema político del mundo, salvo en los regímenes parlamentarios, hay una separación de poderes entre el gobierno y los partidos. No son atribuibles al gobierno las decisiones electorales que tomaron los partidos.
¿La DC aún se siente cercana al ala más progresista de la Nueva Mayoría?
No quiero entrar en opiniones electorales ni partidistas, pero sí puedo constatar lo siguiente: en el gobierno de la Presidenta Bachelet la DC forma parte de la Nueva Mayoría, porque esta existe en el gobierno, los miembros del gobierno provienen de los partidos de la Nueva Mayoría y la DC es parte de ese gobierno.
Pero, ¿cual es el domicilio político de la DC?
La DC siempre ha sido un partido de centroizquierda, del mundo progresista del país. Nació del tronco conservador como un partido de inspiración cristiana progresista.
Si el partido tomara una decisión que no respetara esa línea, ¿significa su fin?
No quiero ser pitoniso del fin de los partidos. Yo no sé cuál será la definición de la DC, pero respecto del carácter de la DC, es un partido de vanguardia, así nació.
¿Qué le pasa cuando ve que la candidata de su partido marca un 3% en las encuestas?
La primera opinión que tengo es que ese porcentaje no corresponde a la realidad, porque la DC es mucho más que eso. Creo que ese guarismo no refleja lo que creo es verdaderamente la votación que tiene el partido y lo que obtendrá la candidata Goic.