Mario Gómez (69) se hizo mundialmente conocido por ser el minero número nueve -de los 33 atrapados- en ser rescatado de la mina San José, hace siete años. Era el más veterano del grupo que permaneció bajo tierra entre el 5 de agosto y el 13 de octubre de 2010.

Hoy vive otro momento complejo: tiene silicosis y está hospitalizado desde hace 24 días en la Clínica Atacama, de Copiapó, esperando un aparato que le permita respirar.

"Soy oxígeno-dependiente debido a un daño por sobre el 50% a mis pulmones. Yo trabajo en minería desde los 14 años, ahí empecé a juntar tierra, y se puso peor cuando estuvimos todo ese tiempo comiendo polvo en la San José".

Tras el rescate, y después de diversos trabajos esporádicos, Gómez decidió arrendar un colectivo y trabajar de chofer. "Me levantaba a las seis de la mañana a buscar pasajeros desde la entrada norte de Copiapó hasta Paipote. Trabajaba hasta las 21, se subían pasajeros resfriados, había cambios de temperatura, todo eso derivó en una neumonía de la cual no me pude recuperar", dice.

El mayor de los 33 agrega que los concentradores de oxígeno, uno portátil y otro estático, deberían haber llegado hace días, pero se retrasaron.

"Estoy desesperado, quiero irme a casa y analizar con mi familia en qué voy a trabajar ahora. El dueño del colectivo me dijo que el auto está disponible, pero no sé cómo me verán los pasajeros con las mangueras en mi nariz. He pensado en poder abrir un local o incluso ser guía turístico, todo sirve. No puedo dedicarme a la minería, porque por mi edad ya nadie me contrata".

Según Gómez, los 33 mineros reciben una pensión del Estado que bordea los $ 360 mil mensuales. "Ayuda, pero no me alcanza para mantener a mi mujer y mis cuatro hijas. Soy bueno para trabajar, lo hago desde niño. Ahora deberé buscar algo menos dañino para mi salud", agrega.

A la clínica llegaron algunos colegas de la San José. Otros lo llamaron por teléfono. También fue Brunilda González, la alcaldesa de Caldera, que ocupaba el mismo cargo en 2010.

Gómez está afiliado al Instituto de Salud Laboral (ISL), entidad que recurre a la Asociación Chilena de Seguridad (Achs) cuando requiere ciertas prestaciones e insumos, como en este caso. La Achs encargó hace dos semanas la máquina de concentración de oxígeno. Se informó que hubo que importarla, pero se estima que el aparato llegaría hoy a Copiapó.