Mario Horton y Francisca Lewin protagonizan drama romántico

Se trata de un rodaje poco convencional y de una película fraguada en principios que se escapan a los habituales. Aunque el rodaje parte en febrero, es muy poco lo que Mario Horton y Francisca Lewin saben de sus roles en La vida sexual de las plantas, la cinta que cuenta con dirección y guión de Sebastián Brahm (El circuito de Román). Tienen claro que en este drama romántico con tintes eróticos Horton interpreta a un abogado y Lewin a una paisajista, que ellos son pareja y tienen una buena relación que da un giro cuando él tiene un accidente. Pero no mucho más.

Esta falta de información es intencional y forma parte del plan de rodaje. Para Horton, "todo guión es un misterio", y le gusta que esta cinta agudice esa incertidumbre. Un factor que, para él, la hace aún más atractiva: "Es muy innovadora en términos de metodología, y paralelamente hurga en el universo de la relación de pareja, la sexualidad, los vínculos y sus desafíos en el tiempo".

Como parte de esta idea, Brahm quiere que exista la mayor naturalidad posible: "Hay escenas que van a tener una sola toma, porque, tras dar la instrucción, la sorpresa de los actores sólo va a ser real la primera vez". Eso sí, agrega que los actores también pueden sorprender al equipo: "A veces van a tener una lista de acciones desde donde pueden elegir. La idea es que ellos también nos escondan información".

En cuanto a las escenas más íntimas, Horton comenta que jamás ha pensado que sean más complejas que otras. "Cada escena se enfrenta desde el mismo lugar, con la misma profundidad y con la misma responsabilidad", zanja el actor. Por su parte, Lewin cree que ayudará el hecho de que ambos ya han compartido roles -hoy son parte de Secretos en el jardín, de Canal 13-, aunque admite: "Ese tipo de escenas nunca son fáciles, es tan importante la confianza con el actor como con el equipo y, por supuesto, el trabajo con el director".

Otra característica poco ortodoxa de la película, que será producida por Valcine, es que se rodará en ocho sesiones distintas durante 2014. La idea es recrear cerca de dos años y medio de la relación y usar este tiempo de rodaje para ilustrar distintas etapas. "Siempre los rodajes son muy intensos, pero me gusta la idea de mantener una historia en casi un año de grabación, graficando el paso del tiempo en las relaciones", dice Lewin, mientras que para Brahm esta dinámica apunta a tener diversos looks, en sincronía con los cambios de estación: "Cuando sea invierno en la película, tiene que serlo de verdad, esa realidad no la voy a simular. Quiero mostrar a la gente abrigada y que haya lluvia o días nublados".