El primer minsitro italiano, Mario Monti, presentó hoy su dimisión ante el presidente del país, Giorgio Napolitano. Su renuncia se esperaba y abre el camino a elecciones anticipadas que se celebrarán probablemente en febrero. Monti debería anunciar en las próximas horas si presentará o no su candidatura.

Monti estuvo trece meses al frente de un Ejecutivo tecnócrata investido para reconducir las finanzas y la economía del país. La renuncia se produce luego de que este viernes el Parlamento italiano aprobara la ley de Presupuesto de 2013 y tras haber perdido el apoyo del partido de su predecesor, Silvio Berlusconi.

Previamente en su último discurso en la sede de la cancillería en Roma, Monti agradeció "por haber permitido cerrar en este lugar estos difíciles pero fascinantes trece meses" al frente del gobierno. "Hemos logrado hacer de Italia un país más confiable, además de más competitivo y atractivo para los inversores extranjeros".

Horas antes el premier bromeó afirmando que "hace un año se lanzaba este gobierno, ahora en cambio y no por culpa de la profecía maya, tendremos que terminar nuestro papel". Lo dijo al término de la Misa de Navidad celebrada para los empleados en la Sala Verde de Palazzo Chigi, sede del gobierno.

Según las reglas, las elecciones generales deben celebrarse entre 45 a 70  días después de la disolución del Parlamento, que deberá ocurrir antes de fin  de año.

Si bien todos los pasos han sido establecidos por la Constitución, la  incertidumbre sigue reinando en la península, ya que Monti, un respetado  economista y ex comisario europeo, no ha querido develar si acepta ser el  candidato de los moderados y la derecha en los próximos comicios legislativos.

Algunos medios de prensa y editorialistas consideran que Monti, quien fue  por diez años comisario europeo para la competencia, prefiere mantener su papel  de "hombre por encima de la partes" y aspirar a ser presidente de la Comisión  Europea o del Eurogrupo, cargos que se liberarán en pocos meses.

En la decisión de Monti pesa también el resultado de algunos sondeos, en  particular de la consultora SWG, que sostiene que el tecnócrata cuenta con el  apoyo de sólo el 20% de los electores. Algunos diarios resaltaron el discurso de Monti pronunciado ayer en las instalaciones de la Fiat en Melfi (sur) ante miles de metalúrgicos: "No  dilapiden los sacrificios hechos", instó. "Hablaba a los italianos, inició la campaña", escribió Il Sole 24 Ore, el  diario de los industriales. 

Lo que muchos observadores descartan es que Monti acepte el apoyo de  Berlusconi, a quien tilda de "bestial egocentrismo" y según el diario Il  Messaggero "detesta".

Según anónimos colaboradores de Monti el silencio que ha mantenido esta  semana ha servido a develar "las locuras, debilidades y contorsiones de  Berlusconi", quien ha aparecido a diario en los canales de televisión,  maquillado y retocado por el bisturí, y en emisoras de radio para repetir que  es el hombre que devolverá el optimismo a los italianos eliminando impuestos  sin jamás hablar de los resultados alcanzados en los cerca de nueve años que  estuvo en el poder.