En Universidad Católica, dice Michael Ríos, "no hay tiempo para llorar". Y es que, en un torneo que no da respiro, el equipo cruzado tiene un nuevo desafío el viernes cuando, en San Carlos de Apoquindo (20.00), reciban a un complicado Unión La Calera.

Por eso, el conjunto de Las Condes, a pesar de lo fuerte que golpeó internamente la derrota ante Universidad de Chile (2-4) el pasado domingo, continúan trabajando con la convicción de que "el torneo no se ha terminado", según afirmó el propio Ríos.

Mario Salas sacó varias conclusiones del rendimiento de sus dirigidos ante la U y, por lo mismo, ya baraja alternativas para corregir las falencias y enmendar el camino.

La primera medida que dispondrá el adiestrador será el reposicionamiento de Erick Pulgar, quien volverá a jugar como volante (muy probablemente en desmedro de Claudio Sepúlveda, quien, al igual que Ríos, viene trabajando esta semana con molestias físicas), lo que propiciaría el retorno del uruguayo Walter Ibáñez. Además, Stefano Magnasco ocuparía el lugar de Pablo Álvarez en la posición de lateral derecho. Finalmente, Franco Costanzo, ya recuperado de su desgarro, volvería a ser titular en el arco.

En otra materia, Michael Ríos no desmintió el interés de la U por contar con sus servicios. "Por ahora pienso en la UC. Lo otro, se verá a fin de torneo", expresó.