En la sección nos preguntamos algo ¿Por qué su voz es tan ronca?
Por mi ADN. Mi padre también tiene una voz ronca. Lo curioso es que cuando llamaban a mi casa cuando era chica, me decían: Aló, caballero, estará la Marisela. Y yo les respondía: ¡Soy yo, hueón!
¿Le gusta?
Sí. No es algo que me haya molestado, creo que tener la voz ronca ha sido incluso un plus con los hombres.
¿Es de las que canta todo el partido?
Absolutamente. Siempre que juega Colo Colo o la Selección siempre coloco una frase: hasta romper la voz. Es muy de estadio, de hincha, porque yo creo que las veces que he quedado difónica es en el estadio.
¿Quién la hizo colocolina?
Mi abuelo, Luis Santibáñez, que no es el ex DT, fue el que me hizo colocolina. Yo no crecí con historias de hadas ni príncipes, sino con las de Caupolicán, Lautaro, Colo Colo, que mi abuelo solía contarnos comiendo crudos y tomando colemono. Les decía los inditos. Era tan fanática que cuando me mandaban a rezar yo decía: cantemos todos, de Arica a Magallanes.
Jajaja.
Es verdad. Era algo completamente inconsciente.
¿Colo Colo es Chile?
Esa es una frase que para muchos suena a cliché. Hay que reconocer que la contra también tiene fanáticos y sumó varios por los años en que gozaron de la U de Sampaoli. Pero si vas a región, te darás cuenta de que hay muchísimos colocolinos. Si vas a Arica, Antofagasta o Puerto Montt, verás gente que sí es fanática de sus equipos, pero también de Colo Colo. Hay doble militancia, por lo tanto, Colo Colo sí es Chile.
¿Es correcto decir que Colo Colo es un equipo flaite?
Es popular, es ordinario, porque ordinario es ser común. Ahora, que me digan flaite, puede ser, pero tengo 31 copas. Flaite somos y seremos, pero con más pasión que ninguno.
¿Qué le pasa con esta frase?: "Felipe Flores es un chipamogli".
Me cago de la risa, si lo dice quien lo dice. A pesar que no deja de ser chipamogli, porque se saca la camiseta, se sube arriba del arco, los tiene para el leseo. Puede que Felipe no sea un jugador de gran categoría, pero tiene un corazón para jugarle a la U que, como colocolina, te digo 'qué chipamogli tan bueno'.
¿Se estigmatiza al hincha albo?
Se estigmatiza al futbolista, al fanático, al dirigente y a todo lo que rodea el fútbol. Pero ese estigma algunos lo utilizan para hacerse millonarios.
¿Por qué lo dice?
Lo digo por Stefan Kramer tiene un talento único, pero basta con reírse de las carencias, hay más personas de las que reírse. ¿Por qué no imita al Chapa Fuenzalida o a Charles Aránguiz? Ya basta de estigmatizar, el fútbol es pasión de multitudes.
¿Se ha perdido la fiesta en el fútbol?
En mí no se pierde. Quizás el cuento mediático que he tenido, con lo valiente que he sido para defender los colores, a diferencia de otros comunicadores importantes del fútbol, que son cagones y no dicen de qué equipo son. Para mí es una una fiesta y la disfruto a concho. Es ahí donde se activan la adrenalina y todos los químicos de mi cuerpo.
¿Son cagones los comunicadores en Chile?
No tienen huevos ni personalidad para decir lo que piensan o qué equipo les gusta para no quedar mal con la hinchada rival. Lo mismo pasa en la política. No digo que lo que yo hago esté bien, pero encuentro súper cobarde no asumir el equipo del que uno es hincha.
¿Su gol fundamental del Cacique?
El gol de Rubén Martínez a Boca Juniors, en la Copa Libertadores. Es alucinante. No me gusta los futbolistas, pero yo estaba enamorada un poco de él. Cuando salta y mete esa pelota, el desborde, todo... Es alucinante, una locura. Ahí sentí que ganábamos la Copa Libertadores. Es algo que te marca.
Cuando Johnny Herrera dice que para él es más importante jugar por la U que por la Selección ¿Qué le provoca?
Te voy a comentar algo. Con él tuve una mala experiencia, porque no me firmó una camiseta para un niño de tres años, pero creo que la madurez y el tiempo permite darte cuenta de los errores cometidos. Ahora, cuando vas a un partido por Chile, reemplazando al portero titular, y sales a cortar mariposas en ese gol anulado ante Camerún, llegaron una serie de críticas, pero él no puede reaccionar así. No puede quedarse con 20 críticas si 100 mil lo apoyan. Eso lo hace un hombre de inteligencia emocional precaria y tiene que trabajarla.
¿Cómo van sus proyectos políticos?
Ahora que cambió el sistema binominal, creo que bajar los brazos sería una cobardía. Tengo mucha gente por la que luchar, sobre todos los niños de mi país. Soy tan luchadora, que hay gente que me necesita, y yo los necesito a ellos. Cada vez que ayudo a alguien siento que he ganado una Copa Libertadores.
Será su revancha contra el binominal.
Tengo tanto orgullo que creo que no, fíjate. Sabía que las reglas eran esas y para poder salir escogida debía ganarle. Era yo contra el binominal, un sistema poco representativo, que beneficia al duopolio político. Para mí, destapar eso fue una victoria.
¿Sigue actuando?
Sí, estoy junto con Jorge Denegri realizando una obra que se llama Clásico es Amarte. Una obra que habla de una pareja y el fútbol, un poco mi vida.
¿Le gusta Aníbal Mosa como presidente de ByN?
Yo a él le tengo que agradecer, porque cada vez que he recurrido a él me ha ayudado. Pero hay que presidir un equipo de esta categoría no sólo con el amor a la camiseta. Tengo claridad que él ama a Colo Colo, pero aquí es fundamental el conocimiento futbolístico.
¿No sabe de fútbol?
Es que una referente como Justo Villar no se puede ir de la forma en que se fue. O lo que ocurrió con Chupete. Los trapitos se lavan en casa y la gente tiene que sentir que nuestros ídolos se respetan. Guede también tuvo que salir a dar la cara por perder el título con ocho puntos a favor. Y no lo hizo.
¿Gladys Marín y Pablo Neruda fundamentan ideológicamente al club?
Yo creo que sí. No podemos cargar con el peso histórico de lo que hizo un dictador, un asesino, un tirano, que sólo estuvo en nuestra filas para aprovecharse políticamente. Que digan que el estadio se terminó con la plata de Pinochet es mentira, se hizo con la venta del Pájaro Rubio.
¿Cómo recuerda su paso por el Show de Goles?
Fue algo que me consolidó en un mundo machista. Me dejaron ser libre, me hizo muy feliz. Podría haberme muerto feliz después de estar al frente de Hernán Camacho, a quien odiaba y terminé amando profundamente. Incluso me llevó a estar en un lienzo de la U en una posición indecorosa, pero está bien, sólo los grandes estamos en banderas de la contra.
¿Con qué hincha albo no se abrazaría para celebrar un gol: Sebastián Piñera o Pancho Malo?
A ver, Piñera es de Católica. Me lo dijo su hermano y no tengo empacho en decirlo: otro más, como Pinochet, aprovechándose del popular. Y Pancho Malo no existe. Es la mierda del fútbol chileno, y mandado por Ruiz Tagle.