Marta Larraechea se había mantenido ajena a la polémica suscitada sobre el rol de Karen Doggenweiler en la campaña de Marco Enríquez-Ominami y su calidad de animadora de televisión. Sin embargo, la esposa del abanderado de la Concertación, Eduardo Frei, no dudó ayer en calificar el episodio como un tema de "farándula", desestimando que éste pueda influir en la campaña.
"La verdad es que en esos temas de farándula yo no me meto. No tenemos absolutamente nada que ver. Son cosas que se han formado de manera artificiosa para poder salir en la prensa y la verdad es que a mí no me interesa", afirmó.
Larraechea, quien ayer acompañó a Frei en su gira por la ciudad de Chillán, evitó referirse directamente a la candidatura de Marco Enríquez, aunque deslizó críticas respecto a la forma en que se ha desarrollado la campaña presidencial.
"La gente llorona en política me carga (...) Yo pienso que uno tiene que destacarse por sus logros, por las propuestas que hace. Y en general, creo que cuando uno se mete en política, se mete en las ligas grandes, el llanto se acaba. Y eso es válido tanto para hombres como para mujeres. Y me ha extrañado que los otros candidatos ahora, en esta campaña, han sido extremadamente llorones".
Las palabras de la ex primera dama van en línea de lo que ha sido el análisis interno del comando oficialista las últimas semanas, donde señalan que Enríquez busca cualquier episodio para "victimizarse". Así se explican el alto revuelo que tomó el caso Doggenweiler.
Ayer Frei consultado sobre el tema dijo que no se involucrará en lo que hacen los otros candidatos e insistió en que "no estoy en la farándula".
CAMPAÑA AGRESIVA
Marta Larraechea reconoció que es la "agresividad" la que ha caracterizado esta campaña presidencial. Como ejemplo, cito el incidente que vivió ayer el candidato concertacionista, quien fue increpado a la salida de la reunión que sostuvo con el alcalde de Chillán, Sergio Zarzar, por un grupo de simpatizantes de la Alianza.
El episodio terminó con forcejeos, heridos y con dos personas detenidas por desórdenes en la vía pública: un miembro de la comitiva de Frei y la esposa de un dirigente de la UDI comunal, Katherine Barros Sandoval.
Según la ex primera dama, lo ocurrido en Chillán "es agresión pura" y se explica solo por el hecho de provocar. "Le sacaron los anteojos a un muchacho que trabaja con nosotros, se los pisaron en el suelo , y lo peor es que era una mujer. Fue tremendo, le arañaron la cara. O sea, ellos fueron a provocar", explicó.
Durante las últimas semanas, Larraechea ha visto reforzado su rol en la campaña presidencial. Tanto así, que en las giras que acompaña a su marido procura, a lo menos, tener una actividad paralela a la del candidato, siendo ésta casi siempre relacionada con el adulto mayor y en temas de género.
Así, las actividades de la ex primera dama se han centrado en la formación de frente de mujeres, "entonces yo estoy apoyando esos frentes y a veces voy sola dentro de Santiago y también a regiones", afirmó.