Martin Garrix, DJ holandés: "No soy el DJ número uno, nunca me situaría por encima de las leyendas"
La superestrella de la música electrónica actual habla de su próxima visita al festival Lollapalooza Chile. Además, cuenta que no lo urge la salida de su primer disco y celebra el suceso que hoy vive el género.
Martin Garrix no es sólo el DJ que con apenas 20 años encabeza los mayores listados de popularidad de su género y que presenta una biografía que se atora en estadísticas para presumir su impacto. Como consecuencia de todo aquello, es más bien un genuino representante de la generación de artistas que hoy domina el planeta. Un hombre que ha levantado su carrera en base a un volumen desbordante de singles (en octubre llegó a lanzar siete en siete días); que antes de los 20 relata los conflictos de un veterano; que conserva su prestigio gracias al compadrazgo con sus mentores y con los astros del momento, y para el que no valen las preguntas de la vieja escuela.
Usted ha lanzado muchos singles y EPs. ¿Tiene planeado editar su primer álbum?
No es algo que me apure y no tengo ningún plan concreto para lanzar un álbum de larga duración. Tengo tantas canciones en las que estoy trabajando ahora mismo, que simplemente nunca puedo esperar mucho para que las escuchen. Definitivamente este año se estrenará muchísima más música de Martin Garrix.
Martijn Gerard Garritsen, su verdadero nombre, no ha necesitado ni necesitará de una obra completa -tan anacrónica en su circuito- para fabricar un producto que rentabiliza su juventud y su fe en una apuesta vinculada al house, un sonido bailable extendido en un crescendo que alcanza un estallido saturado de capas y quiebres machacantes. Con ello, el año pasado se convirtió en el DJ más joven en liderar el reconocido ranking de la revista DJ Mag y en una de las prioridades de Scooter Braun, el mánager que transformó en minas de oro a Justin Bieber y Ariana Grande.
Pero, aún más importante, fundó su propio sello, STMPD RCRDS, para aspirar al mismo deseo que hoy define la carrera de su compinche Bieber: ser tomado en serio como una megaestrella del pop. "Es difícil describir todo lo que me está pasando este último tiempo, se siente tan irreal. De hecho, nunca esperé que mi carrera tomara la dirección que está adoptando", subraya en conversación con La Tercera, exhibiendo el perfil de la figura que mantiene el recato pese a los millones y los flashes.
Los mismos que se dispararán por miles en el Lollapalooza Chile del próximo fin de semana, cuando el domingo se encargue de cerrar el escenario electrónico de Movistar Arena. "Estoy muy feliz de ir a un evento como ése. Es genial ver a gente tan distinta familiarizarse con la música electrónica, que es un lenguaje universal y en constante movimiento. Finalmente, es un festival muy diverso y eso lo hace tan único".
La electrónica hoy es parte sustancial del pop masivo y es el género que en sus distintas caras orienta las carreras de las estrellas. Lolla Chile es un buen ejemplo: de sus 76 artistas, casi la tercera parte presenta una obra vinculada mayormente a ese estilo, como Flume, Diplo y Oliver Heldens. "El show en Santiago será espectacular, siempre estoy mejorando mi puesta en escena y mi producción".
¿Por qué cree que hoy la electrónica tiene tanta aceptación?
No lo sé exactamente. Sólo creo que la industria de la música siempre está en movimiento y eso genera que los estilos subterráneos se vuelvan cada vez más populares. Lo mismo le pasó al hip hop y otras expresiones que fueron muy underground.
¿Existe en su carrera una presión por sacar singles de éxito?
La música que hago es porque me gusta y porque considero que es lo mejor que puedo hacer en ese momento. Por supuesto que es genial cuando mucha gente la ama y se toca en la radio, pero nunca ha sido mi objetivo cuando entro al estudio.
Diplo o Calvin Harris parecen llevar dos vidas: trabajar junto a las estrellas para ser número uno y luego montan en sus shows la música que realmente les gusta. ¿Le sucede?
Sólo puedo hablar por mí mismo, pero cuando se trata de música, debes crear lo que realmente te gusta. Es bueno expresarse de distintas maneras como artista y definitivamente se puede llegar a un equilibrio.
¿Se siente hoy el DJ número uno?
Me siento muy honrado, pero no lo creo así, porque nunca me situaría por encima de las leyendas, como Tiësto o Carl Cox.
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