La igualdad 2-2 en Iquique todavía deja huellas en el plantel y el cuerpo técnico de Universidad Católica. El técnico Martín Lasarte está muy inquieto por las constantes desconcentraciones en la zaga, mientras que los jugadores repiten a menudo que la paridad en la Primera Región fue un golpe muy duro.
Con el paso de las horas, el enojo de "Machete" con sus pupilos ha decrecido y ahora se enfoca en la motivación y su plan debe contar con el esfuerzo de los futbolistas.
La rutina de entrenamientos cambiará, pues el uruguayo se enfocará mucho más en las jugadas tácticas, balones detenidos y la presión en cancha completa. Incluso, estará mucho más participativo en los movimientos, con la idea de que la sincronización, sobre todo de la defensa, sea perfecta.
La situación parece obvia en un director técnico, pero Lasarte -al provenir del fútbol europeo (Real Sociedad)- se ha enfocado durante su período en acercarse al grupo; ser un consejero y amigo, incluso; y al análisis de material audiovisual. De hecho, como confiesan desde el plantel, "su presencia en las prácticas (que seguirán siendo privadas) se pone más activa en los últimos 15 o 20 minutos".
El atacante argentino Ismael Sosa, por ejemplo, ya notó un cambio. "Las prácticas siempre son más suaves, pero (ayer) Martín y el trabajo estuvieron más enérgicos", expresa.
Las modificaciones tienen un solo fin: no perder puntos en casa. La UC recibirá en menos de un mes a Rangers, Curicó (Copa Chile), Wanderers y Sao Paulo (Sudamericana), duelos que se avizoran como vitales en la carrera al título y en el avance en los certámenes coperos.
El problema es que los cruzados no ganaron como anfitriones en los últimos dos juegos y en el torneo anterior sepultaron sus opciones de corona al enredarse con Iquique (1-1), Wanderers (2-3) y Unión Española (1-3).
Ayer, además, Milovan Mirosevic y Cristián Alvarez le hablaron al plantel para levantar el ánimo.