Como futbolista aseguraba peligro de gol de principio a fin. Por algo es el máximo anotador en la historia de Boca Juniors. Como entrenador, de acuerdo a lo exhibido en su primera experiencia en Godoy Cruz, postula un juego de búsqueda permanente. Ahora, en esta aventura como técnico de Arsenal que recién nace, ratifica esa dulce intención. Martín Palermo, flamante sustituto de Gustavo Alfaro, no tembló a la hora de tocar el equipo. En el primer partido, ante el Lanús de su compinche Guillermo Barros Schelotto, dejó a un costado el histórico 4-4-2 de su antecesor y plantó un 4-3-1-2, dispuesto a manejar más a la pelota. Mal no le fue: debut y triunfo 3-1. Eso pasó el domingo. Esta noche, contra Unión Española y frente a su amigo Cristian "Pochi" Chávez, en la ida de los octavos de final de la Libertadores, será la segunda prueba, además de su estreno internacional como DT.
"Ojalá que con Unión Española nos salga algo parecido a lo que se dio con Lanús", se ilusiona Palermo en el arranque de la charla con La Tercera. Enseguida engancha: "Imagino un lindo partido, porque los dos intentaremos jugar. Puede ser abierto y con varios goles. Nosotros queremos ganar para ir tranquilos a la revancha y está visto que ellos proponen lo suyo en todas partes, algo muy valioso".
¿La apuesta de Unión Española, entonces, le gusta?
Sí, claro. Yo me identifico con la idea de Sierra. Es un entrenador muy interesante. No lo conozco personalmente, pero al ver sus equipos se nota que tiene muy claro lo que quiere y no duda en plantearlo ante cualquier rival.
Usted jugó con Cristian Chávez en Boca. Lo conoce muy bien. ¿Cómo lo definiría?
¿Me pregunta como persona o como futbolista?
Vamos por partes. Primero, cuente al Chávez ser humano.
Un tipo fenomenal. Un amigo que me dio el fútbol, a pesar de que es bastante más joven que yo, jajajaja (40 contra 27 años). Un ser muy querible, entrañable, familiero, muy fiel. Un tipo muy sano para cualquier grupo. Hemos compartido muchos años en Boca, lo vi crecer, llegar a Primera y hacerse padre. Lo quiero mucho a "Pochi". Y él lo sabe. Es un luchador. La peleó siempre de muy abajo y se merece todo lo que le está pasando.
¿Por qué cree que le costó tanto afirmarse en Boca?
Boca no es un club fácil para nadie, pero no creo que le haya costado afirmarse. "Pochi" dejó una marca en Boca, ganó títulos y demostró que la camiseta no le pesaba. Es más, él fue clave en el último campeonato que logró el club, el que ganó invicto con Falcioni de entrenador (2011). Por la lesión de Riquelme, jugó algo más de la mitad del torneo como titular, en el tramo final, y se hizo cargo. Es más, terminó siendo clave. El gran problema es que, al estar Riquelme, siempre le costó agarrar continuidad. Y un jugador que no juega seguido es difícil que se consolide y que sea reconocido.
Por lo que dice, Unión Española acertó al contratar a Chávez.
Por supuesto. Chávez ha sido una muy buena elección de Sierra. Le está yendo muy bien. Lo seguí por televisión en la Libertadores y me puso muy contento verlo en un nivel tan bueno. Pero ojo: ahora que no repita contra nosotros (risas).
A fines de 2013, cuando la UC se quedó sin técnico, surgió su nombre como posible candidato. ¿Estuvo cerca o sólo fueron rumores?
Por lo que me dijo Gustavo Goñi, mi representante, algún sondeo hubo, pero al final quedó todo en eso.
¿Le gustaría entrenar a un equipo chileno en el futuro? ¿Es un destino que le agradaría?
Chile se ha transformado en una plaza muy interesante, tanto para los jugadores como para los entrenadores. ¿Por qué no? Claro que me gustaría. Hay clubes importantes, se juega bien, la competitividad internacional es cada vez mayor, a nivel de selecciones está muy bien. El fútbol chileno hoy tiene todo para seducir a cualquier técnico. Y a los argentinos les ha ido muy bien: Borghi, Bielsa, Sampaoli, Berizzo…
¿Cómo observa la proyección de Chile en el Mundial de Brasil?
Me parece que Chile puede hacer un muy buen Mundial. Es verdad que no le tocó un grupo fácil, pero se nota que la idea de Sampaoli prendió. Por eso hoy está a la par de España y de Holanda. Se ha fortalecido mucho. Y aunque son rivales durísimos, Chile les puede ganar. Tiene jugadores muy importantes, que dejan una huella en el fútbol europeo. Vidal, en la Juventus, y Alexis Sánchez, en el Barcelona, son los ejemplos más claros. Eso se llama experiencia internacional. No se compra. Se consigue en la cancha y en grandes partidos. Y Chile la tiene.