El Senado de Maryland aprobó hoy una propuesta de ley para prohibir la pena de muerte en ese estado, medida que pasará ahora a la Cámara de Representantes, y tras lo que puede convertirse en el estado número 18 de EE.UU. que elimina la pena capital. 

En un acalorado debate de cuatro días, los senadores de Maryland dieron luz verde a la propuesta, lanzada como uno de los ejes de la agenda política del gobernador demócrata del estado, Martin O'Malley.

La votación se saldó con un resultado de 27 senadores demócratas a favor y el apoyo de dos republicanos mientras que 20 votaron en contra entre demócratas y republicanos. 

Entre los argumentos esgrimidos ante el Congreso de Annapolis, capital de Maryland, se presentaron los altos costes de la pena de muerte y el riesgo de ejecutar a inocentes.

El siguiente paso es ahora la Cámara de Representantes estatal, donde se espera que enfrente menos oposición que en el Senado. 

No obstante, y pese a la voluntad mostrada por el gobernador O'Malley para ratificar la prohibición de ser aprobada también en esta Cámara, es posible que los adversarios exijan que se realice un referéndum popular sobre la cuestión.

En las urnas, la cuestión aparece mucho menos clara.

Una reciente encuesta del diario Baltimore Sun reveló que el 48 % de los ciudadanos está a favor de la pena capital frente al 42 % que se opone. 

En Maryland, donde apenas hay cinco presos en el corredor de la muerte, no se ha ejecutado a un preso desde 2005.

De aprobarse la propuesta, estos cinco presos verían conmutada su sentencia de muerte por la cadena perpetua.

Las ejecuciones han caído notablemente en los últimos años en Estados Unidos, y en 2012 fueron aplicadas en 43 casos en todo el país, especialmente en los estados sureños, con Texas a la cabeza, según las estadísticas del Death Penalty Information Center.

Del total de 50 estados de EEUU, 17 tienen prohibida la pena de muerte, y de ellos cinco (Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Connecticut e Illinois) lo han decidido en los últimos cinco años.