En 2011 llegó a Chile el primer auto eléctrico para venta masiva. Era un Mitsubishi iMiev, con un valor de US$ 60.000. Antes de ese año, los autos que llegaron lo hicieron a través de importación directa.

Desde ese primer modelo, ya se han vendido 116 unidades, según datos de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac).

El mercado chileno está recién incorporando la electromovilidad, y aunque está lejos de realidades como las de EE.UU., que solo en 2016 vendió más de 150 mil unidades, avanza. Si entre 2005 y 2011 se vendieron solo seis autos, entre 2012 y 2017 la venta llegó a las 110 unidades (ver infografía).

Las ventas a nivel global son dinámicas, con una tasa de crecimiento anual de 32% desde 2011 a 2016. En 2016 se vendieron 777.497 vehículos en el mundo.

En Chile, seis marcas comercializan autos eléctricos: BMW, BYD, Mitsubishi, Renault, Hyundai y Nissan.

Paola Tapia, ministra de Transportes, explica que en Chile están en marcha varias iniciativas para favorecer la compra de estos vehículos, que son cero emisión y tienen un menor nivel ruido. "La llegada de la electromovilidad ha adquirido una masificación importante en otros países. La adquisición de estos vehículos puede ser más onerosa que la de un vehículo diésel, pero hay que tener en cuenta factores como la mantención y la vida útil. La mantención es más económica y, por ende, también la vida útil de este vehículo", indica Tapia.

Una de sus principales ventajas es que son más amigables con el medioambiente que los autos tradicionales, resalta Rodrigo Edwards, marketing manager de Renault, marca que cuenta con tres modelos de autos eléctricos en las calles. "Son cero emisiones, por lo que no tienen restricción. Además, no son ruidosos y cargarlos es mucho más económico que un vehículo tradicional", explica.

Eliseo Salazar, ex piloto de Fórmula Uno y gestor del Santiago ePrix 2018, competencia de automovilismo de autos eléctricos que tendrá una fecha en Santiago (el 3 de febrero de 2018), según anunció en junio la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), considera que para el consumidor chileno es una alternativa atractiva. "Esto no es el futuro, es el presente casi inmediato. Todos los autos del mundo van a ser eléctricos en unas cuantas décadas. En 2040 Francia no permitirá otros autos", destaca.

El apoyo de las instituciones gubernamentales, dice Salazar, es clave para que la implementación sea rápida. Para Chile, además, tiene otros beneficios, "usan tres veces más cobre que un auto tradicional, usan baterías de litio, del cual somos el mayor productor mundial, y contaminan cero. Entonces no es una moda, es definitivo".

Por su alto costo, algunas iniciativas buscan entregar facilidades para adquirirlos. Es lo que hicieron en Enel Distribución, empresa que en mayo de este año facilitó la adquisición a sus trabajadores de 30 autos eléctricos, con 250 kilómetros de autonomía.

La adquisición se realizó través de un modelo de importación directa, con importantes descuentos, precio de recompra garantizado y mantenciones, comenta Simone Tripepi, gerente de mercado de Enel.

"La idea es acercarlos a los autos eléctricos, algo que se hace en otros países, como Italia y España", dice Tripepi. Una iniciativa que buscan repetir y ampliar a personas que estén fuera de la empresa. "La idea sería será involucrar a otro actor, como el banco, para que vea el financiamiento. La idea final es que esto se pueda proponer a gente afuera para que encuentre la oportunidad y así se promueva la movilidad eléctrica".