En noviembre de 2016, cuatro marinos fueron bajados del buque Escuela Esmeralda, de la Armada de Chile, tras ser sorprendidos fumando marihuana a bordo. La noticia generó revuelo en su momento y abrió una serie de dudas respecto del consumo de drogas al interior de las Fuerzas Armadas (FF.AA.).

Entre 2010 y 2016, según datos obtenidos por La Tercera vía Transparencia, un total de 295 funcionarios pertenecientes a las tres ramas han sido sancionados por consumo de droga. El Ejército lidera la lista de castigados por estos actos (265), lo sigue la Armada (19) y, finalmente, la Fach (11). El total de la dotación en las tres ramas es de 77 mil efectivos.

Los castigos para quienes fueron sorprendidos consumiendo estupefacientes correspondieron en su mayoría el retiro, expulsión o baja de la institución, solo en algunos casos ocurridos en la Fach y la Armada se aplicó otro tipo de sanción administrativa. Además, en el caso del Ejército, hay un alza en el número de personal sorprendido en este tipo de actos durante el transcurso de los años, el que alcanzó los 80 en 2016, que es la cifra más alta del período analizado.

pais-drogas

Medidas

El consumo de drogas por miembros de las FF.AA. es una situación que preocupa al interior de las tres ramas de la Defensa. Por esta razón, todas han firmado convenios con Senda para educar y prevenir este tipo de situaciones.

La Ley 20.000, que regula el tráfico y consumo de estupefacientes, además establece una serie de sanciones penales para quienes son detectados, que pueden llegar hasta los tres años y aumentar hasta cinco en el caso de efectivos militares que sean sorprendidos consumiendo en lugares o momentos específicos.

Consultado sobre el tema, el Ejército explicó que la cifra de sancionados es "marginal" en comparación a las más de 40 mil personas que componen la institución. Agregaron que "menos del 26% de los casos detectados como positivos al consumo de drogas ilícitas, corresponde a personal de planta de la institución y que más del 77% pertenecen al grado de soldados de tropa profesional, que son jóvenes entre 19 y 25 años".

Para evitar estos hechos, realizan una serie de talleres y campañas educativas, además de efectuar 10 mil test antidrogas al año a cargo del Comando de Salud del Ejército.

En el caso de la Armada, señalaron que durante el año pasado hubo cuatro talleres para guardiamarinas, 17 para grumetes y, además, efectuaron conferencias sobre el tema en cada una de las zonas navales. "La Dirección de Sanidad cuenta con un promedio de 3.300 muestras anuales (de test antidrogas), las que se incrementarán a 7.000 aproximadamente durante el transcurso del presente año", complementaron.

La Fach, por su parte, explicó que "los controles de consumo de sustancias estupefacientes o sicotrópicas al personal de la institución se aplican en forma periódica, aleatoria, imprevista, reservada y sistemáticamente". Agregaron que durante el transcurso del 2016 llevaron a cabo diferentes instancias de prevención, como "exposiciones, talleres, jornadas de capacitación, entrega de dípticos, entre otras medidas, con el fin de informar acerca de los daños que provoca el consumo de drogas ilícitas, alcohol y tabaco".

Desde el Ministerio de Defensa sostuvieron que están constantemente preocupados de la prevención del consumo de drogas dentro de la institución. Por ello, explicaron, "la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas prepara la realización de una encuesta de diagnóstico en las FF.AA. para actualizar la información sobre factores de riesgo y consumo en las instituciones de la Defensa con el propósito de mejorar las políticas de prevención, control y sanción del consumo de sustancias ilícitas".

Los parlamentarios también se refirieron al tema, e indicaron que en estos casos es vital el trabajo para prevenir esta situación. "En materia de consumo, lo fundamental es la prevención. Por ello, la ley señala que corresponde a la autoridad superior de cada organismo prevenir el uso indebido de sustancias estupefacientes o sicotrópicas", indicó el diputado Jaime Pilowsky (PDC).

Para su par Jorge Ulloa (UDI) "los controles tienen que seguir manteniéndose rígidos, seguir siendo al azar como hasta ahora, aunque duela mucho a la gente que consume droga, dada la naturaleza de la función que ellos cumplen".