Por primera vez desde el retorno a la democracia, un 20% de los nuevos diputados llegará al Congreso con menos del 5% de los votos.
Según los últimos cómputos del Servel, 31 de los parlamentarios que resultaron electos en los comicios de ayer, ganaron un escaño en el Parlamento con un bajo porcentaje de sufragios. Muchos de estos casos responden al fenómeno del "arrastre", una de las características del nuevo sistema electoral.
La nueva ley sustituyó el sistema electoral binominal por uno de carácter proporcional inclusivo, con el objetivo de fortalecer la representatividad del Congreso Nacional. De esta manera, se modificó el método según el cual se escogía al Parlamento, dando paso al Sistema d'Hondt.
Dicho sistema permite determinar el número de cargos electos y la asignación de candidatos en proporción a los votos conseguidos por cada lista o pacto electoral. En este caso, son elegidos los candidatos que hayan obtenido las más altas mayorías individuales de cada partido político. Sin embargo, si a dicho partido se le asigna más de un cupo, la primera mayoría de la colectividad puede "arrastrar" a otros compañeros de lista, sin necesidad de contar con un alto porcentaje de votación.
Este fue el caso de Revolución Democrática en el distrito 10. Gracias a la alta votación que obtuvo Giorgio Jackson (23,7%), sus compañeros de partido Gonzalo Winter y Natalia Castillo ganaron un cupo en el Parlamento con 1,2% y 1,02% de los votos respectivamente. Ambos serán los diputados que ingresarán al Congreso con el menor porcentaje de votos.
Le siguen los nuevos legisladores del PC, Boris Barrera (1,29%) y Amaro Labra (1,82%), y los diputados RN Karin Luck (1,82%) y UDI Juan Manuel Fuenzalida (1,86%).