El 20 de septiembre de 2014, Pablo Ascencio (24) murió luego de ser alcanzado por un automóvil en Avenida San Martín con 5 Norte, en Viña del Mar. Según la fiscalía, el presunto autor del atropello, Gonzalo Rojas (27), conducía en estado de ebriedad, no se detuvo tras el hecho y no se sometió a los exámenes de alcoholemia tras ser detenido.
Este es el primer caso de atropello con resultado de muerte que se tramita bajo la Ley Emilia en la Región de Valparaíso. Con esta norma -que entró en vigor el 16 de septiembre del año pasado- se sanciona con cárcel efectiva, de al menos un año, a los conductores en estado de ebriedad que generen lesiones o la muerte de terceros. Además, se establece como delito fugarse del lugar del accidente y negarse a realizar el alcohotest o la alcoholemia. En esta causa, la fiscalía de Viña del Mar solicitó 13 años de prisión para el imputado, sumando los tres delitos.
Desde la vigencia de la ley hasta el 30 de abril pasado, 1.707 personas han sido detenidas en todo el país por conducir en estado de ebriedad o bajo la influencia del alcohol generando algún tipo de daño, según información de Carabineros a la que accedió La Tercera vía transparencia. De esta cifra, al menos 60 personas fueron aprehendidas tras matar a una persona conduciendo en estado de ebriedad (ver infografía).
"Desde que se implementó no sólo la Ley Emilia, sino que también la Tolerancia Cero, ha habido un aumento permanente en la fiscalización con objeto detectar en forma temprana, la presencia de personas que andan conduciendo bajo los efectos del alcohol o en estado de ebriedad, con la finalidad de que con esa acción preventiva, evitar algún tipo de accidentes", dijo el comandante Juan Muñoz, de la Sección de Investigación de Accidentes en el Tránsito de Carabineros (Siat).
Impacto de la norma
La región que lidera estas detenciones es la Metropolitana, con un total de 940 conductores, seguido por la Región del Biobío (156) y el Maule (101).
Para el experto internacional en seguridad de tránsito y académico de la U. de Chile, Milton Bertín, la Ley Emilia ha sido una buena herramienta, aunque recalcó que no disminuirá las muertes provocadas por el alcohol en el conductor.
"Al aumentar la pena se le da a la sociedad una sensación de que este tipo comportamiento no está impune. Ahora, que tenga influencia en el número de víctimas fatales, creo que no, porque cada persona que sale manejando con alcohol está seguro que no va a chocar, entonces la ley no es para él", sostuvo.
Según agregó Bertín, esta norma se aplica para accidentes que ya ocurrieron, pero no tendría efectos en reducir los efectos futuros. "Lo que si tiene incidencia es la fiscalización intensiva del alcohol, porque ahí la persona tiene miedo de salir (…). El miedo del accidente en sí mismo no es suficientemente represor de la conducta de conducir con trago, porque la persona cree legítimamente que no va a chocar".
Ante esto, el comandante Muñoz aseguró que "en el año 2014 hubo un total de 679 siniestros donde el conductor manejaba bajo la influencia del alcohol, pero hubo 4.576 casos donde la fiscalización detectó a tiempo que el conductor estaba en estado de ebriedad".